HOMENAJE POL?MICO

Bj?rn Borg, creen muchos suecos, merece una estatua o al menos que se d¨¦ su nombre a una calle, preferiblemente en su ciudad natal S?dert?lje, al sur de Estocolmo, en reconocimiento a sus m¨¦ritos. El argumento es que los triunfos del ex campe¨®n en los a?os setenta y ochenta fueron los que colocaron el nombre de Suecia en el mapa mundial y, desde el punto de vista deportivo, no han tenido parang¨®n en la historia del deporte nacional. Seg¨²n las mismas fuentes, Wilander, Edberg y los tenistas que vinieron despu¨¦s no hubieran surgido sin el precedente de Bj?rn Borg. La iniciativa ha vuelto a cobrar impulso en estos d¨ªas con motivo del paso de Borg por Estocolmo. Pero si bien los triunfos pasados de Borg enorgullecen a todos los suecos, son muchos los que se resisten al homenaje propuesto. Primero porque no se estila aqu¨ª ese tipo de homenajes a personas vivientes, pero principalmente por la nada brillante carrera de Bj?rn Borg como hombre de negocios. En un pa¨ªs donde no pagar una deuda se considera un delito tan grave como un homicidio es dif¨ªcil olvidar que Borg dej¨® un reguero de damnificados, en muchos casos gente modesta, por sus quiebras fraudulentas.-