Dudas en Siria y Egipto sobre el compromiso de Netanyahu con la paz

Siria y Egipto expresaron ayer su escepticismo sobre el compromiso del primer ministro electo de Israel, Benjam¨ªn Netanyahu, de continuar el proceso de paz en Oriente Pr¨®ximo que firmaron sus dos precedesores. La primera reacci¨®n ¨¢rabe al discurso triunfal de Netanyahu pronunciado la noche del domingo coincidi¨® con inquietantes se?ales de creciente tensi¨®n entre Israel y los palestinos: soldados israel¨ªes y manifestantes palestinos chocaron en la ciudad de Hebr¨®n y en la aldea, tambi¨¦n cisjordana, de Bidiya una bomba hiri¨® a cuatro trabajadores israel¨ªes.

El presidente sirio, Hafez el Asad, que viaj¨® repentinamente a El Cairo para sostener tres horas y media de consultas con el presidente Hosni Mubarak, dio la pauta de que Damasco quiere que los gobiernos ¨¢rabes adopten un comp¨¢s de espera para ver si Netanyaliu es capaz de cumplir su palabra. "Hemos decidido que ser¨ªa prudente esperar para ver cu¨¢l va a ser el comportamiento del nuevo Gobierno [israel¨ª], a pesar de que el discurso del primer ministro electo no inspira optimisino", dijo Asad. "Vamos a seguir indagando. Inicialmente no sentimos que las cosas est¨¢n yendo en una direcci¨®n positiva", agreg¨®."Debemos mantenernos despiertos para no bajar la guardia y que nos tomen por tontos", declar¨® Asad en la conferencia de prensa conjunta realizada tras la reuni¨®n; t¨¦cnicamente, la primera cumbre ¨¢rabe desde la apretad¨ªsima victoria electoral de Netanyahu, l¨ªder del conservador Likud, sobre el laborista Sim¨®n Peres, la semana pasada.

Siria se ha adelantado as¨ª a las consultas que el rey Hussein de Jordania espera celebrar en el puerto de ?qaba, en el mar Rojo, con Mubarak y el presidente palestino Yasir Arafat. La monarqu¨ªa jordana, cuyas relaciones con Damasco no son particularmente cordiales en estos momentos, aparentemente no ha invitado a Siria.

Mubarak, que podr¨ªa actuar en ?qaba como mensajero del pesimismo sirio, comparte claramente las dudas de Asad. "Seguimos el discurso de Netanyahu por televisi¨®n y lo consideramos una continuaci¨®n de su campa?a electoral. Por lo tanto, tenemos que esperar y ver la posici¨®n que adopte el nuevo Gobierno. Sobre esa base actuar¨¢ la naci¨®n ¨¢rabe. Todos nosotros queremos la paz. Ellos est¨¢n comprometidos con la paz. Si su objetivo es justo, una paz justa, entonces no habr¨¢ desacuerdo", declar¨® Mubarak.

Netanyahu, que acelera las negociaciones con sus aliados religiosos y halcones para formar gobierno y tomar posesi¨®n como primer ministro dentro de unos 10 d¨ªas, debe enfrentarse a tres temas potencialmente explosivos. Por un lado, el repliegue parcial de las tropas israel¨ªes que protejen a 400 colonos jud¨ªos en el coraz¨®n de Hebr¨®n, ciudad en la que residen unos 100.000 palestinos y donde ayer hubo el primer choque y las primeras detenciones desde las elecciones. Por otro, debe, decidir si sucumbe a las presiones de la extrema derecha y cierra la sede oficiosa de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Jerusal¨¦n Este, a riesgo de provocar lo que fuentes de inteligencia citadas por el diario Maariv describen como "una nueva Intifada" en la disputada Ciudad Santa. Finalmente, Netanyahu tendr¨¢ que desactivar el clima de recelo surgido entre los sectores ultrarreligiosos y la mayor¨ªa laica de Israel.

Seg¨²n, testigos, los disturbios en Hebr¨®n estallaron poco despu¨¦s de de que unos soldados israel¨ªes detuvieran en la calle a tres polic¨ªas palestinos de civil y les cachearan contra la pared. Llovieron piedras y las patrullas israel¨ªes irrumpieron en un hospital en pos de un grupo de estudiantes.