La amante de las historias

Antes de ponerse a escribir, Marguerite Duras se lavaba, se vest¨ªa con ropa limpia y hac¨ªa bien la cama, porque una cama deshecha le parec¨ªa una chillona invitaci¨®n a cualquier cosa menos a ese particular estado del esp¨ªritu con el que el autor debe abordar la perpetraci¨®n del asesinato de s¨ª mismo que constituye todo libro.S¨®lo entonces, con su persona y su casa en orden, comenzaba a narrar sobre el papel sus tiernas y descomunales historias: la de la adolescente francesa y su amante chino en el Saig¨®n de los a?os treinta; la de Lol V. Stein, que enloqueci¨® porque una rival le rob¨® a su prometido en un baile; la del vicec¨®nsul en Lahore, que disparaba contra el hambre, contra la desgracia, contra el dolor, contra la muerte...

Marguerite Duras tambi¨¦n se acicalaba y arreglaba la casa cuando recib¨ªa a alguien. Era una gran conversadora. Si su interlocutor le ca¨ªa bien, y para ello tan s¨®lo era preciso no ser fascista o est¨²pido, se pon¨ªa a contar historias sobre s¨ª misma, sobre sus amigos, sobre sus libros, recre¨¢ndolas una y otra vez.

En ocasiones, cuando, en el transcurso de la conversaci¨®n, uno le citaba algo que ella hab¨ªa dicho o escrito en el pasado, Marguerite Duras se quedaba perpleja y preguntaba: "?Yo he dicho (escrito) eso?". "Pues s¨ª, en tal ocasi¨®n". Tras guardar un breve silencio, sentenciaba, con una leve sonrisa de satisfacci¨®n: "Pues est¨¢ muy bien dicho (escrito)".

Pierre Dumayet acert¨® al plantear la entrevista que le hizo en Trouville en 1992 y que hoy emite La 2 como primer plato de una velada consagrada a la escritora francesa, fallecida el pasado 3 de marzo a los 81 a?os de edad.

Dumayet tuvo la estupenda idea de proyectarle a Marguerite Duras dos entrevistas que ¨¦l mismo le hab¨ªa hecho en 1964. Entrevista sobre entrevista, la conversaci¨®n del periodista y la escritora tiene muchos momentos hermosos, como cuando ella descubre que toda su vida ha llevado luto por no haber sido la loca Lol V. Stein, que m¨¢s que un personaje era una ambici¨®n; o como cuando rompe a llorar recordando la muerte de aquella hu¨¦rfana esquel¨¦tica de dos a?os -"tan llena de lombrices, que las vomitaba"- que su madre le hab¨ªa confiado en Saigon, cuando ella ten¨ªa diez o doce a?os.

Al escuchar o leer a Marguerite Duras, ?qu¨¦ m¨¢s daba saber lo que le hab¨ªa ocurrido de veras y lo que ella imaginaba, si finalmente lo contado siempre termina reemplazando a lo vivido? Sus sentimientos, su amor hacia los que sufr¨ªan y su odio a los que hac¨ªan sufrir eran aut¨¦nticos, y eso era lo importante.

(La noche tem¨¢tica consagrada a Marguerite Duras se emite hoy en La 2 a las 23.05 horas. Leer y escribir: Marguerite Duras, documental realizado en 1992 por Pierre Dumayet y Jean-Claude Ducouret, constituye la primera parte de la velada. Le seguir¨¢ una nueva proyecci¨®n de El amante, la pel¨ªcula realizada en 1991 por Jean-Jacques Annaud sobre la novela del mismo t¨ªtulo de Duras).