Grupos racistas incendian iglesias de comunidades negras en el sur de EE UU
Una oleada de incendios de iglesias mayoritariamente ocupadas por congregaciones negras en el sur de Estados Unidos ha recordado a la poblaci¨®n y a las autoridades que la violencia racista sigue siendo una amenaza en esa regi¨®n, y que el Ku Klux Klan y otras organizaciones similares est¨¢n vivas y activas. El presidente Bill Clinton anunci¨® ayer medidas para poner fin a esa cadena de atentados que han destruido ya m¨¢s de treinta iglesias en varios Estados sure?os en el ¨²ltimo a?o.El ¨²ltimo de los incendios, claramente provocados, ocurri¨® el jueves por la noche en Charlotte (Carolina del Norte), donde un santuario presbiteriano con 93 a?os de antig¨¹edad fue convertido en cenizas por personas no identificadas, aunque aparentemente vinculadas a grupos de extrema derecha.
"Est¨¢ claro que la hostilidad racial es la fuerza conductora de un cierto n¨²mero de estos incidentes", declar¨® Clinton en su discurso radiof¨®nico de los s¨¢bados. El presidente a?adi¨® que, sin embargo, no existen todav¨ªa pruebas de una conspiraci¨®n nacional contra la iglesias negras.
Las iglesias son, sobre todo en los Estados del sur, los principales centros de reuni¨®n de las comunidades negras y s¨ªmbolo de su identidad. En muchas ciudades y pueblos en los que los negros sufren diariamente el acoso de la violencia, las drogas y la marginaci¨®n, su iglesia representa el ¨²nico punto de encuentro con la paz. Ese, pues, es el blanco elegido por quienes pretenden exterminar esa raza o condenarla a una marginaci¨®n a¨²n mayor.
El presidente Clinton dijo ayer que "esto debe de terminar". Prometi¨® que 200 agentes federales trabajar¨¢n con las autoridades locales en la identificaci¨®n de los agresores, y anunci¨® su apoyo a una ley que permita r¨¢pidos procesamientos y contundentes castigos a los culpables de ese delito.
Atm¨®sfera de odio
Algunas organizaciones de derechos civiles han pedido acciones m¨¢s concretas contra grupos nazis y de supremacistas blancos. Y el reverendo Jesse Jackson ha culpado de esta oleada a "la atm¨®sfera de odio" creada por los republicanos desde el Congreso y a la permisividad con la que act¨²an los jueces. "Da la impresi¨®n de que en esto est¨¢n implicados los del traje gris, con su legislaci¨®n antiderechos civiles en el Congreso, los de la toga negra, con su permisividad en los tribunales, y los de las caperuzas blancas hacen los incendios", ha declarado Jackson.Desde que los incendios comenzaron han sido detenidas alrededor de una docena de personas vinculadas al Ku Klux Klan y otros grupos extremistas, pero a ninguna se la ha podido probar conexiones con los atentados. Ante esta lentitud en la investigaci¨®n;- distintas organizaciones humanitarias est¨¢n planeando demandas judiciales contra las organizaciones supremacistas de acuerdo con las leyes sobre derechos civiles.
Varios sacerdotes de iglesias negras ten¨ªan previsto reunirse este fin de semana con la fiscal general, Janet Reno, para buscar las v¨ªas de acci¨®n contra los sospechosos. ?stos suelen encontrar protecci¨®n entre la poblaci¨®n blanca de los pueblos en los que act¨²an y, muchas veces, de las propias autoridades de esos lugares, donde la integraci¨®n racial es todav¨ªa un sue?o incompleto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.