S¨®lo se arrim¨® Litri

All¨ª estaba Litri, haciendo el tercero en el cartel, junto a dos compa?eros de los que torean con el mando a distancia y el culito fuera: dos toreros de los que no se arriman. Litri se arrim¨® y se llev¨® el gato al agua, como suele decirse. Para ¨¦l fueron las ovaciones, los trofeos y el paseo sobre los hombros de un individuo en camisa y fortach¨®n. Para los otros la verg¨¹enza y el irse m¨¢s corridos que una hembra del chimpanc¨¦.Los otros dos espadas eran Ortega Cano y Emilio Mu?oz, especialistas en el toreo desde lejos. En otros tiempos, no s¨¦ si mejores pero distintos, cuando un diestro toreaba as¨ª siempre sal¨ªa alguna voz del tendido que le dec¨ªa: "?arr¨ªmate!". Hoy, lo m¨¢s que se oye, en boca de esos neoaficionados de Las Ventas, que van m¨¢s a comer y a beber que a ver torear, es eso de "?cr¨²zate!". Cuando el toro acude al primer toque, el torero no necesita cruzarse. Esos neoaficionados lo que deben decir es "arr¨ªmate". Porque un torero se puede cruzar y seguir toreando despu¨¦s a metro y medio de distancia.

Ortega Cano practic¨® durante sus dos actuaciones el toreo de lejan¨ªa. En su primer toro, de escasa fuerza y recorrido, anduvo dando medios pases con desconfianza. Y en su segundo, el mejor del encierro, pas¨® despegad¨ªsimo, sin aguante, con alg¨²n molinete con regate. En el trance final, mejor es callarse.

Tambi¨¦n anduvo Mu?oz con un toreo similar. Al inv¨¢lido que sali¨® en segundo lugar le marc¨® los viajes a media altura hasta que el toro se cay¨®. No quiso ni ver al quinto, un novillito sin fuerzas que se frenaba y buscaba los tobillos.

Litri tore¨® con m¨¢s apreturas, aunque abus¨® del empleo del pico y el sexto lo desarm¨® en tres ocasiones. Sus dos faenas fueron similares, con los mejores momentos en ambas fases finales, cuando se embraguet¨® en los derechazos. No faltaron los molinetes de rodillas.

Se fue recto y decidido tras el acero en los dos toros y dej¨® las estocadas en la cruz. Fue suya la tarde porque estuvo animoso, decidido y hasta torero en algunos instantes. Y porque se arrim¨®.