El sue?o del f¨²tbol
Media docena de obras sobre f¨²tbol, en torno al f¨²tbol y los futbolistas, son novedad en la Feria del Libro. Unos son mejores que otros, varios de ellos son m¨¢s voluminosos que sus vecinos, pero todos responden a un deseo com¨²n: formar parte de una nueva y creciente irrealidad.El f¨²tbol siempre fue una gran Disneylandia para adultos. El espacio donde complacerse con glorias y tragedias sin que en realidad pasara nada. La gran ventaja del f¨²tbol no ha sido s¨®lo la afici¨®n, sino el beneficio de que cualquier afecci¨®n conclu¨ªa siendo al fin intrascendente. La aventura de un seguidor de f¨²tbol es as¨ª la misma que la del visitante a un parque tem¨¢tico: todo lo que all¨ª sucede intensamente no salpica sus afueras. La aventura del f¨²tbol es su remedo de lo real hasta el grado de convertirse en una hiperrealidad por encima de la existencia desnuda. Gracias a la proliferaci¨®n del f¨²tbol y sus incesantes retransmisiones televisivas de los ¨²ltimos tiempos queda menos espacio para lo ordinario y m¨¢s ocasi¨®n para lo extraordinario. Cada d¨ªa con un partido m¨¢s es un d¨ªa con una dosis de realidad menos. Un domingo suplementario. La avalancha ahora de libros futbol¨ªsticos act¨²a en el mismo sentido transformador. En tanto se empapela el contorno de p¨¢ginas y horas futbol¨ªsticas, se otean menos las horas de la verdad. Pero, la verdad, ?a qui¨¦n interesa realmente? ?A qui¨¦n interesa de verdad lo m¨¢s real?
Todos sabemos que en el juego del f¨²tbol no se juega en realidad nada, pero nos comportamos como si no fuera asi.
Nadie cree que el f¨²tbol sea una experiencia importante, pero funciona, como si lo fuera. Los ni?os tambi¨¦n saben que los barcos fantasmas o los viajes espaciales en PortAventura son irreales, pero los viven como si fueran verdad. Ahora mismo, en la misma Feria del Libro de Madrid, junto a las ediciones de f¨²tbol, ha aparecido un libro de Baudrillard titulado El crimen perfecto. El crimen al que se refiere Baudrillard no es el asesinato de un terrorista, el genocidio de un grupo, la muerte de una ideolog¨ªa o de una ilusi¨®n, sino el fallecimiento de lo real. La gran pregunta filos¨®fica de hace unos a?os era: "?Por qu¨¦ existe algo en lugar de nada?". Hoy la aut¨¦ntica pregunta es: "?Por qu¨¦ no existe nada en lugar de algo?".
M¨¢s pasi¨®n futbol¨ªstica, m¨¢s horas de f¨²tbol, m¨¢s libros sobre el balompi¨¦ cubren la escena de hiperrealidad infantil. El f¨²tbol imita la realidad con el inocente efecto de suplantarla. Dobla las competencias infelices con las competiciones de la FIFA; el ¨¦xito y el fracaso con los ef¨ªmeros resultados del marcador; la vivencia de la igualdad, la justicia o la trampa, con la representaci¨®n de una liza patinando sobre la yerba bru?ida. ?C¨®mo podr¨ªa so?arse algo mejor?
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