YeItsin y el factor checheno
El presidente ruso dice que la guerra ha terminado e intenta a la desesperada que los hechos no demuestren lo contrario.
La guerra de Chechenia se ha convertido en un factor clave y obsesionante de la campa?a de Bor¨ªs Yeltsin para su reelecci¨®n desde que el presidente ruso dijo en febrero que sin paz en aquella rep¨²blica norcauc¨¢sica no podr¨ªa ganar los comicios del 16 de junio.Por el momento, Bor¨ªs Yeltsin ha alcanzado el fin que se plante¨® sobre este conflicto b¨¦lico: logr¨® un alto el fuego y asegura que la guerra ha terminado. Pero si no demuestra con importantes concesiones que sus intenciones de paz son serias, los guerrilleros independentistas lanza r¨¢n una gran ofensiva antes de la segunda ronda o quiz¨¢ incluso esta misma semana.
La t¨¢ctica del presidente ruso con respecto al conflicto de Chechenia como factor electoral ha sido excelente. En febrero anunci¨® que ya hab¨ªa elaborado un plan de paz, pero que no pod¨ªa dar a conocer de inmediato.
La poblaci¨®n tuvo que esperar m¨¢s de un mes, durante el cual, el Ej¨¦rcito ruso lanz¨® una feroz ofensiva contra los independentistas, para conocer el plan, que era realmente sensacional: preve¨ªa conversaciones, a trav¨¦s de mediadores, con el l¨ªder checheno, Dzhojar Dud¨¢iev, y el fin de las acciones militares. Y aunque ¨¦stas continuaron realiz¨¢ndose bajo el calificativo de "operaciones especiales", Yeltsin consigui¨® lo que deseaba: las cr¨ªticas tanto por parte de la comunidad internacional como por parte de los defensores locales de los derechos humanos pr¨¢cticamente cesaron.
Las conversaciones con Dud¨¢iev nunca se realizaron, pues ¨¦ste muri¨® v¨ªctima de un misil en una operaci¨®n aparentemente planificada por los ¨®rganos de seguridad rusos.
Cuando Yeltsin recibi¨® en el Kremlin a Zelimj¨¢n Yandarb¨ªev, el sucesor de Dud¨¢iev, muchos pensaron en un primer momento que ahora s¨ª que el presidente ten¨ªa intenciones serias de finalizar la guerra negociando. Pero esa impresi¨®n dur¨® menos de 24 horas: al d¨ªa siguiente, dejando en Mosc¨² como rehenes a la delegaci¨®n separatista, Yeltsin viaj¨® a Chechenia, visit¨® una aldea cosaca y pas¨® revista a sus tropas en el aeropuerto militar cercano a Grozni, ciudad esta que ni siquiera pis¨®.
Lo m¨¢s asqueroso es que todos comprenden que las actuales conversaciones [de Nazr¨¢n] son necesarias s¨®lo para mostrar que conversan" y no como una v¨ªa para alcanzar la paz, escrib¨ªa el jueves Komsom¨®lskaya Pravda. "La principal tarea de la parte rusa es no permitir que haya acciones militares importantes antes de las elecciones. La principal tarea de los chechenos: utilizar este respiro para reagrupar sus destacamentos y abastecerse de municiones y armamento afirma el citado diario.
El problema es que tras la iniciativa rusa no parece haber una determinaci¨®n pol¨ªtica real de acabar la guerra por la v¨ªa pac¨ªfica. Por lo menos, no parece haberla en Yeltsin, y seguro no la hay en el generalato y en el r¨¦gimen prorruso de Grozni, encabezado por Doku Zavg¨¢iev.
Pruebas de ello sobran. En su ¨²ltima entrevista, publicada el mi¨¦rcoles en Rossiskaya Gazeta, Yeltsin afirma que, en Chechenia, "el r¨¦gimen criminal [es decir, los separatistas] debe ser liquidado en aras de la defensa de la poblaci¨®n de la rep¨²blica, del restablecimiento de la legalidad, la paz y la tranquilidad, en aras de la integridad de Rusia". Y el jueves, en la ciudad de Tver, dijo: "En Chechenia ahora act¨²an s¨®lo peque?as bandas. Ya no se trata de una guerra. Se trata de la lucha contra la criminalidad. Y en todo el pa¨ªs se lucha contra ella". Para quien no haya comprendido: los separatistas son criminales que hay que eliminar, y no pararemos hasta conseguirlo.
La decisi¨®n de celebrar elecciones al Parlamento checheno simult¨¢neamente con las presidenciales rusas del pr¨®ximo domingo, a lo que se oponen categ¨®ricamente los independentistas, es otra prueba. Y el acuerdo que se discute en Nazr¨¢n m¨¢s parece una exigencia de capitulaci¨®n que un di¨¢logo en busca de compromisos.
VIad¨ªmir Lisenko, diputado dem¨®crata y experto en relaciones inter¨¦tnicas, despu¨¦s de analizar el proyecto de tratado a firmar entre Mosc¨² y Chechenia, llega a la conclusi¨®n de que "pr¨¢cticamente se trata de un ultim¨¢tum a los separatistas chechenos, que ¨¦stos no pueden aceptar".
En este contexto se hace cada vez m¨¢s evidente que el alto el fuego firmado recientemente es s¨®lo una tregua antes de las elecciones presidenciales y que despu¨¦s vendr¨¢ la pacificaci¨®n Es decir, el intento de imponer la paz utilizando, por supuesto, todos los medios al alcance. En la guerra de Afganist¨¢n ya tuvimos oportunidad de comprobar a lo que esto conduce", resume Lisenko.
Los chechenos, mientras tanto, no piensan quedarse de brazos cruzados. "Todas estas negociaciones no son m¨¢s que un show preelectoral", declar¨® Asl¨¢n Masj¨¢dov, jefe del Estado Mayor de las fuerzas independentistas.
Y si en los pr¨®ximos d¨ªas no recibe pruebas fehacientes de que se equivoca y que los rusos est¨¢n dispuestos a hacer concesiones -por ejemplo, cancelar los comicios parlamentarios locales-, no esperar¨¢ el fin de las elecciones presidenciales y ordenar¨¢ atacar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.