Holanda se atraganta
Jordi Cruyff y sus compa?eros se estrellan contra el muro escoc¨¦s
Jordi, un Cruyff, se visti¨® de luces en un d¨ªa tenebroso para Holanda, que s¨®lo dej¨® algunas se?as del lustro que se le supone. Jordi y sus compa?eros se dieron de bruces frente a un equipo escoc¨¦s con m¨¢s orgullo que f¨²tbol, pero ¨¢rido como pocos. Un conjunto capaz de arrancarse las pesta?as, ante el que se diluy¨® el cat¨¢logo holand¨¦s, delicado como siempre, aunque poco contundente. Holanda tir¨® del manual del Ajax. Gutis Hiddink cont¨® con ocho jugadores formados en la escuela de Amsterdam y repiti¨® su esquema. Y durante quince minutos se exhibi¨® como el Ajax: imant¨® el bal¨®n, abri¨® el campo y concaten¨® un repertorio de ocasiones ante el veterano Goram. Holanda entr¨® en el encuentro con el aplomo de los equipos que se sienten grandes.Jordi hab¨ªa entrado en el partido con la excitaci¨®n propia de los novatos. Insisti¨® una y otra vez por su banda, para desgracia de McKimmie, su tenue sombra. El azulgrana enganch¨® bien con Witschge -nada que ver con el fr¨¢gil jugador que deambul¨® por Barcelona, ha ganado al menos ocho kilos- y con Seedorf de media punta arrinconaron a Escocia, que se mantuvo viva por la inconsitencia de Bergkamp. Hasta tres veces consecutivas se trompic¨® ante Goram de forma inexplicable. Bergkamp es exquisito en todos sus movimientos, pero transmite una cierta palidez mental para la alta competici¨®n. Un virus muy com¨²n en la selecci¨®n holandesa: siempre repleta de buenos futbolistas y apenas un t¨ªtulo adorna sus vitrinas.
Tras su excelente entrada en el partido, el conjunto de Hiddink se fue derritiendo de forma gradual. Como si a todo el equipo le hubiera dado un espasmo. Lo adivin¨® McCallister, el capit¨¢n escoc¨¦s, un tipo curtido en las trincheras del f¨²tbol ingl¨¦s, que areng¨® a sus compa?eros como en un campo de batalla y mand¨® a la tropa hacia.. adelante. Escocia se atrevi¨® a presionar la salida del bal¨®n, donde m¨¢s sufren los zagueros holandeses por su gran respeto a la pelota, un credo que les impide un toque de mal gusto. McCallister, un jugador erguido, con un gran sentido del juego, puso. a su equipo en el partido y ¨¦ste alumbr¨® algunas se?as. Escocia es hoy un equipo con mejores intenciones que anta?o. Con el modesto Craig Brown en la banqueta han aprendido que el bal¨®n no es ovalado: puede circular si se le trata con mimo. En este sentido van por delante de sus vecinos ingleses. Mantienen la bravura, el o honrado en cada acci¨®n y exprimen cada gramo de sudor. Y resistieron hasta el final.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.