La doble tenaza

No parece que la sorpresa tenga muchos resquicios para colarse en el podio del Tour. El ciclismo vive ¨²ltimamente los tiempos de las habas contadas. Todos se conocen y todos saben de qu¨¦ es capaz cualquiera. Pretendientes cualificados en enero -Riis, Ugrumov, Berzin- han dejado entrever s¨ªntomas de debilidad en las fechas m¨¢s cercanas. Otros tantos -Olano, Rominger, Jalabert, Z¨¹lle-, sin embargo, han ido ratificando, con m¨¢s o menos altibajos, sus propuestas. Jugando a la reducci¨®n, el Tour ser¨¢ una figura en un escal¨®n superior -Indur¨¢in- vigilando c¨®mo a sus pies intentan segar la hierba dos parejas en plan tenaza. Dos pertenecen a la ONCE -Z¨¹lle y Jalabert- y otros dos al Mapei -Olano y Rominger- Curiosamente ser¨¢n dos directores espa?oles -Manolo S¨¢iz y Juan Fern¨¢ndez- quienes tengan que lidiar con la f¨®rmula de lograr que los alicates no se atasquen en el intento: o c¨®mo lograr que las parejas funcionen y que se pongan de acuerdo en el momento de elegir a uno de entre ellos. Lo bueno de la tenaza es que el rival nunca sabe qui¨¦n ser¨¢ el verdadero peligro; lo malo, que puede cortar los dedos de quien la maneja y las piernas de los que la hacen moverse."Rominger anda mucho, mucho, mucho [bis]", avisan desde Canarias los hombres del Mapei. "Ha decidido que a su edad s¨®lo tiene fuerzas para una grande al a?o y llega al Tour con un hambre tremendo. Es la primera vez que no ha ganado nada antes, lo que significa que en los momentos duros no dir¨¢ que me quiten lo bailado', sino que apretar¨¢ m¨¢s los dientes". Su equipo no ha escatimado esfuerzos en ayuda de su suizo. Rominger tendr¨¢ a su disposici¨®n el grupo de gregarios importantes -Etxabe, Unzaga, Arsenio-, corredores igual de veteranos que han calcado su preparaci¨®n -hasta fue idea de Etxabe lo de hacer la ¨²ltima concentraci¨®n en Tenerife- y que han encontrado una nueva ilusi¨®n con la cita juliana. Y quien dice Rominger dice Olano, cuya ambici¨®n y capacidad no conoce estad¨ªsticas ni mitos. El campe¨®n del mundo llegar¨¢ lanzado, despu¨¦s de un Giro que no ha sido especialmente masacrante y consciente, despu¨¦s de pisar podio en Vuelta y Giro, de que es capaz de brillar en las grandes vueltas. Ser¨¢n dos l¨ªderes intercambiables.

El mismo car¨¢cter tiene la pareja de la ONCE, aunque incluye m¨¢s capacidad de sorpresa dada la t¨¢ctica arriesgada -ataque, ataque- que suele seguir Manolo S¨¢iz. Por tradici¨®n -octavo en 1994, segundo en 1995- el l¨ªder debe ser Alex Z¨¹lle, el que es m¨¢s hombre-Tour: fuerte en contrarreloj y fuerte en monta?a, Juan sin miedo a la hora de escaparse y romper esquemas. Por devoci¨®n a la grandeur francesa, sin embargo, llega avalada la candidatura de Jalabert, el corredor que mejor encarna la filosof¨ªa-ONCE, el que la llev¨® a la pr¨¢ctica vencedora el a?o pasado camino de Mende. Y tambi¨¦n un hombre que sabe ganar una gran Vuelta -la de Espa?a- inventando cada d¨ªa nuevas f¨®rmulas, incluida una escapada solitaria y salvaje por los montes de ?vila. El hombre que tiene la fuerza del convencimiento.