TVE estrena una versi¨®n actualizada de los relatos cl¨¢sicos de Alfred Hitchcock
Una l¨ªnea curva de trazo veloz, la silueta en sombras de un perfil orondo y la melod¨ªa de La marcha del funeral de una marioneta. As¨ª comenzaba en la d¨¦cada de los cincuenta el cl¨¢sico de la televisi¨®n que consigui¨® asfaltar de *humor negro los hogares que empezaban a acostumbrarse a ese electrodo m¨¦stico llamado televisi¨®n. Lo que ven¨ªa despu¨¦s era un r¨®tulo que dec¨ªa Alfred Hitchcock presenta y un mon¨®logo desquiciado sobre miedos, escalofr¨ªos y, sobre todo, gente corriente. TVE-1 ofrecer¨¢ a partir del martes una, versi¨®n actualizada de estos episodios, encumbrados desde su modesto formato cat¨®dico a la categor¨ªa, del cl¨¢sicos del thriller.
El mismo gui¨®n llevado a escena por nuevos actores y directores de brillo es acompa?ado por las ya m¨ªticas presentaciones del director. Realizadores como Atom Egoyan (Ex¨®tica o El liquidador) o Tim Burton (Eduardo Manosti?eras o Batman) se encargan de resucitar los mismos episodios de entonces, a raz¨®n de cuatro relatos por cap¨ªtulo.Debidamente maquillado con las controvertidas t¨¦cnicas de coloraci¨®n, el cineasta de los toques personales (o, en palabras de t¨®pico relamido: el maestro del suspense) volver¨¢ a soltar sus charlas vitri¨®licas al rededor de la muerte, las sor presas y, lo que s¨ª es de verdad un cl¨¢sico, la publicidad ("Este relato es tan interesante y atrevido como lo ha permitido la cadena y, sobre todo, el patrocinador", dec¨ªa).
El cineasta, que naci¨® en Essex en 1899 y muri¨® en Los ?ngeles en 1980, se dedic¨® cerca de siete a?os a la peque?a pantalla. Desde 1955 a 1962, se convirti¨®, como productor o director (s¨®lo en 20 ocasiones), en el aut¨¦ntico maestro de ceremonias de cerca de 350 episodios. En este periodo, el director llev¨® a cabo tambi¨¦n algunas de sus obras m¨¢s aclamadas y pas¨® definitivamente el Rubic¨®n que separa la carrera de un profesional de cine: del espacio s¨®lo reservado a los grandes.
El hombre que sab¨ªa demasiado, 1956; Falso c¨²lpable, 1957; V¨¦rtigo, 1958; Con la muerte en los talones, 1959, y Psicosis, 1960 son algunas de las piezas maestras de esta ¨¦poca tambi¨¦n dedicada a pasear la panza delante de la pantalla.
Desde 1955 a 1960, fue el productor ejecutivo de las series de media hora de duraci¨®n recogidas por el t¨ªtulo Alfred Hitchcock presents y que ahora se ofrecen reelaboradas. Posteriormente, y durante dos a?os, cambi¨® el formato a una hora. Entonces, se llam¨® La hora de Alfred Hitchcock.
Por ¨²ltimo, en lo que refiere a trabajos para la televisi¨®n, dirigi¨® dos m¨¢s: un episodio para la serie Suspicion en 1957 y otro para Ford Star Time en 1960.
En confesi¨®n hecha por ¨¦l, lo que siempre pretendi¨® fue sustituir cualquier, amenaza de lo macabro por humor del refinado. ?Qu¨¦ tipo de humor? Un ejemplo de su cosecha: "Un condenado a muerte pasea por el catafalco que le conduce a la horca. Lo ¨²nico que dice es: ?es segura esta tarima?".
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