Verdades y mentiras

Desde que hace un cuarto de siglo muri¨® Jim Morrison, Ray Manzarek ha visitado la tumba de su amigo en Par¨ªs unas cinco veces."La gente que pasa el d¨ªa junto a su tumba no sigue en realidad a Jim Morrison, sino al Jim Morrison que vieron en la pel¨ªcula de Oliver Stone", dice. Es ¨¦sta una pel¨ªcula que Manzarek detesta. "Esa pel¨ªcula es muy mala. Es la visi¨®n de un borracho y enganchado al polvo blanco, a la coca¨ªna. Jim no era as¨ª. En ese filme no ves al verdadero artista y poeta que yo conoc¨ª".

"Jim Morrison nunca r¨ªe en la pel¨ªcula", prosigue Manzarek. "?Eran los a?os sesenta y nos part¨ªamos de la risa todo el d¨ªa! Era muy divertido, y eso no lo ves en el filme. Los conciertos no eran ca¨®ticos como se ve en el filme, sino que eran hipn¨®ticos. Cuando los Doors tocaban, era como ir a un templo".

Lo que no quiere dejar en el tintero es su opini¨®n sobre las drogas. "No a la hero¨ªna, no a la coca¨ªna, no al crack y a las anfetaminas. Son malas, he visto mucha gente destruida y muerta", dice con rotundidad.

Lo que algunos consideraron hace 30 a?os un atajo a las puertas de la percepci¨®n se revel¨® una trampa mortal. "Pero no, esas drogas son veneno, no han llevado nunca a nada positivo. Las drogas que abren tu mente han sido siempre otras: el peyote, el LSD, los hongos m¨¢gicos... Pero eso s¨®lo hay que tomarlo en los bosques, en ceremonias con chamanes o a solas, junto al mar. As¨ª quiz¨¢ descubras qui¨¦n eres en realidad".