Arantxa desvela un nuevo aspecto

Con Arantxa no hay d¨ªa sin sorpresa. Cuando todo el mundo esperaba que se mantuviera en el fondo de la pista para contrarrestar el potencial ofensivo de la norteamericana Meredith McGrath, 27? jugadora mundial, hizo todo lo contrario. Aceler¨® el ritmo del juego, sac¨® con potencia y precisi¨®n, y busc¨® la red incluso con ansia. Fue su especial forma de asegurarse la segunda final consecutiva en Wimbledon. McGrath -que recibi¨® atenci¨®n m¨¦dica en el segundo set- s¨®lo aguant¨® el ritmo de Arantxa una hora y un minuto. Perdi¨® por 6-2, 6-1. La espa?ola se enfrentar¨¢ a Steffi Graf o a Kimlko Date en la final. Su partido fue suspendido por falta de luz cuando iban empatadas a una manga."Estaba cansada de esperar por culpa de la lluvia y comenc¨¦ a jugar muy caliente. Ten¨ªa ganas de acabar r¨¢pido", confes¨® la espa?ola. Desde que comenz¨® este torneo Arantxa se muestra cada vez m¨¢s agresiva para olvidar definitivamente los esquemas m¨¢s defensivos utilizados en la tierra batida de Roland Garros. En hierba hay que jugar de otra forma y eso Arantxa lo sabe muy bien. Antes de iniciar el corto periplo por tierras brit¨¢nicas la espa?ola se asegur¨® los servios del australiano Mervyn Rose que, a pesar de sus blancas canas, tiene algunas cosas que ense?ar.

Y el d¨ªa que lleg¨® a Wimbledon, Arantxa ten¨ªa ya nuevas ideas en la cabeza. Estaba preparada para cualquier eventualidad, para no dejarse sorprender por ninguna circunstancia, y fuera la lluvia, el fr¨ªo, o la nieve si hubiera nevado. Pero, adem¨¢s, su mentalidad se hab¨ªa transformado: s¨®lo era cuesti¨®n de ir aplicando progresivamente estos nuevos esquemas, e irse convenciendo de sus posibilidades.

El pleno desarrollo de esta planificaci¨®n se produjo en las semifinales, frente a Meredith McGrath, de 25 a?os. Y la sorpresa para muchos fue descubrir que Arantxa no s¨®lo es capaz de jugar desde el fondo de la pista, sino que tambi¨¦n puede ganar en la red. Otras veces lo hab¨ªa dejado entrever. Pero nunca con una clarividencia como la de ayer.

McGrath, campeona este a?o en Birmingham, no sab¨ªa ni siquiera c¨®mo frenar a Arantxa, c¨®mo impedir su progresi¨®n hacia la red. Con su saque, Arantxa perdi¨® s¨®lo cinco puntos en todo el partido. Es una demostraci¨®n palpable de su poder¨ªo. Y en cambio, se lo rompi¨® a la norteamericana, que ahora vive en Suiza, cinco veces de ocho. En la red tambi¨¦n fue Arantxa la que m¨¢s puntos gan¨®, 8, por 6 de la americana. Fundamentalmente, porque cuando McGrath intent¨® subir fue superada por los precisos passings de la espa?ola.

Fueron demasiadas coincidencias para salir airosa. McGrath, una chica que ha descubierto la religiosidad hace tres a?os y que afirma que estamos de paso en este mundo porque lo importante es la eternidad, no encontr¨® en la pista las s¨®lidas bases que ha puesto en su vida. Y se fue acabando, mermada tambi¨¦n por los problemas f¨ªsicos que ya arrastraba en su pierna izquierda y en su tobillo derecho.

El discurso de ayer, sin embargo, no lo lanz¨® Arantxa s¨®lo a McGrath. Ni mucho menos. Fue una pl¨¢tica que seguramente Steffi Graf y Kimiko Date estar¨ªan siguiendo desde el vestuario. "S¨ª, creo que hago historia de nuevo-es su und¨¦cima final de Grand Slam-", asegur¨® Arantxa. "Tengo muy buenas sensaciones: confianza, estoy jugando muy bien y esto es muy emocionante", dijo. Las mejores emociones, no obstante, se las guarda a¨²n para despu¨¦s de la final del s¨¢bado. "Jugando como hoy tengo mis opciones". Hasta ahora s¨®lo Conchita ha logrado ganar en Wimbledon.

Resultados

Masculinos. Cuartos de final: Krajicek (Holanda) vence a Sampras (EEUU, 1) por 7-5, 7-6 (7-3), 6-4. Stoltenberg (Australia), a Ivanisevic (Croacia, 4) por 6-3, 7-6 (7-3), 6-7 (3-7), 7-6 (7-3). Mart¨ªn (EEUU, 13), a Hennan (Gran Breta?a) por 7-6 (7-5), 7-6 (7-2) 66 , 6-4

6-4. Washington (EEUU), a Radulescu (Alemania) por 6-7 (5-7), 7-6 (7-1), 5-7, 7-6 (7-3), 6-4.

Femeninos. Semifinales: Arantxa (4), a McGrath (EEUU) por 6-2, 6-1

Junior femenino. Segunda ronda: Serna a Straczy (Polonia) por 6-2, 6-2.