Moneo, Perrault y KoIlhoff mantienen posiciones conservadoras para el futuro

Rafael Moneo evit¨® ayer un ba?o de multitudes, aunque fue el arquitecto m¨¢s aplaudido por los 6.000 participantes en el Congreso de la Uni¨®n Internacional de Arquitectos(UIA) que durante seis horas siguieron las 18 ponencias de los debates centrales, celebrados en el Palau Sant Jordi tras el caos por falta de espacio de la jornada anterior. Moneo enterr¨® el funcionalismo y expuso muchos interrogantes sobre la nueva idea de ciudad basada en los grandes contenedores. El franc¨¦s Dominique Perrault lanz¨® un "la arquitectura ha muerto, viva la arquitectura" para defender la naturaleza, y el alem¨¢n Hans KoIlhoff hizo una declaraci¨®n conservadora hacia las ciudades tradicionales: "Ya pas¨® el tiempo de los inventos".

El primer acto multitudinario, celebrado ayer en el Palau Sant Jordi, consumi¨® seis horas, sin debates, para la exposici¨®n de las ponencias de 18 arquitectos -desesperados por la escasa visi¨®n de las diapositivas, cegadas por la luz enviada desde la b¨®veda de Arata Isozaki, ausente del congreso- sobre los temas Mutaciones, Contenedores, Habitaciones, Terrain vague y Flujos.Rafael Moneo, con el peso de la medalla de oro de la unida al Pritzker, se resign¨® al asalto de los aut¨®grafos, a los elogios a su trabajo y a los aplausos para entrar sin rodes en una ponencia que, por disciplina, entraba en el tema de los contenedores. A partir de las teor¨ªas del funcionalismo y las relaciones entre forma y funci¨®n, situ¨® a partir de los a?os sesenta la aparici¨®n de contenedores, "complejos organismos" a gran escala y diversas funciones, con autonom¨ªa externa en la envoltura de paredes met¨¢licas y de vidrio. En la nueva idea de ciudad observa futuras ciudades archipi¨¦lagos con islas contenedores, sobre las que expresa varios interrogantes sin querer extraer conclusiones.

Si el funcionalismo se ha visto desbordado por los nuevos edificios, Dominique Perrault, autor de la Gran Biblioteca de Par¨ªs (TGB), dijo que hay que librarse de la forma y la funci¨®n para "celebrar el encuentro de la arquitectura y la naturaleza". Considera que la arquitectura como disciplina es arcaica, al enfrentarse a unas complejas relaciones en la b¨²squeda de espacios y sus grandes construcciones, por lo que "el futuro de la ciudad est¨¢ m¨¢s all¨¢ de la arquitectura". El futuro qued¨® fijado tambi¨¦n en los rascacielos de Ken Yeang, quien defendi¨® la ciudad vertical con nuevas formas y servicios

El alem¨¢n Hans KoIlhoff, el arquitecto del nuevo Berl¨ªn, se refiri¨® a "esos lugares desastrosos para vivir" que son tambi¨¦n "el modelo m¨¢s refinado de convivencia". Opina que la ciudad debe envejecer bien, como parte de la historia, y resistir a "invenciones ut¨®picas". Tambi¨¦n es partidario de construir un medio ambiente "emocionalmente deseable y dentro de ciudades tradicionales". KoIlhoff reconoci¨® que sus teor¨ªas pueden ser tachadas de conservadoras y, efectivamente, en la conferencia de prensa posterior -que en algunos casos fueron los aut¨¦nticos debates que no pudieron hacerse en el congreso-, el arquitecto mexicano Enrique Norten critic¨® a KoIlhoff su eurocentrismo y asegur¨® que la soluci¨®n no est¨¢ en la tradici¨®n o en la historia, sino en buscar nuevas propuestas. Kollhoff contraatac¨® indicando: "No s¨¦ si hay que seguir buscando nuevos caminos, pero me parece que seguir adelante con el tipo de arquitectura que ha proliferado en muchas ciudades del mundo es una actitud irresponsable".

La formaci¨®n de los profesionales no aparece en los debates, pero Oriol Bohigas se sali¨® del gui¨®n sobre las categor¨ªas que aparecen en las mutaciones de las ciudades para referirse a "la mala calidad profesional de los arquitectos". Asegur¨® que "hay una minor¨ªa que trabaja con solvencia cultural y ¨¦tica". "El pr¨®ximo congreso deb¨ªa a?adir el tema de la calidad espec¨ªfica de la profesi¨®n y de las escuelas".

Las ponencias se suceden agrupadas en los temas generales del congreso, pero dispersas en las intenciones de sus autores, que reflexionan sobre la ciudad o comentan sus propios proyectos. Enric Miralles ilustr¨® con im¨¢genes lo que persigue con sus edificios, "construir alg¨²n fragmento intant¨¢neo", mientras que Ben van Berkel prefiri¨® situar las "fuerzas m¨®viles" en un equilibrio de arquitectura. Los madrile?os ?balos y Herreros apostaron por un cambio en la manera de pensar las viviendas, alejada del calvinismo funcionalista o la subjetividad posmoderna.