Dos vol¨²menes de vidrio frente al Cant¨¢brico
Rafael Moneo construye en San Sebasti¨¢n el Palacio de Congresos y el Centro Kursaal
Dos masas de vidrio se alzar¨¢n frente al Cant¨¢brico como dos gigantescas rocas que hubieran quedado varadas en la costa. As¨ª entiende el arquitecto Rafael Moneo el proyecto que construye en San Sebasti¨¢n, el Palacio de Congresos-Centro Kursaal, el edificio p¨²blico m¨¢s importante de la capital donostiarra de los ¨²ltimos diez a?os. Convencido de que el solar del Kursaal, en la desembocadura del r¨ªo Urumea, no pertenece a la ciudad sino al paisaje de la costa, Moneo ha optado por una construcci¨®n compacta para mantener el car¨¢cter de accidente geogr¨¢fico. Con un presupuesto final de 8.300 millones de pesetas, el edificio, que ha levantado cierta pol¨¦mica en la ciudad, estar¨¢ listo para su funcionamiento en 1999.
Una de las caracter¨ªsticas de la arquitectura de Rafael Moneo es la b¨²squeda de la cualidad y explotaci¨®n al m¨¢ximo de los materiales. Quien dice esto es Luis Rojo, arquitecto del estudio de Moneo que lleva la responsabilidad de la obra de San Sebasti¨¢n, en la que ha trabajado desde el primer d¨ªa. As¨ª se explica la utilizaci¨®n del vidrio en este proyecto, no en su cualidad de transl¨²cido, sino como material, buscando las virtudes de la piedra.Esa es la imagen, la de los dos prismas de vidrio, que tendr¨¢ la obra del ganador del ¨²ltimo premio Pritzker de Arquitectura. Frente al Cant¨¢brico y la nueva playa de la Zurriola, en la desembocadura del r¨ªo Urumea, en unos terrenos ganados al mar a principios de siglo, el complejo arquitect¨®nico estar¨¢ formado por unas plataformas que van preparando el terreno a las dos grandes masas de vidrio, que albergar¨¢n los dos auditorios.
El concurso convocado por el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n, centrado en la consecuci¨®n del necesario equipamiento cultural, dejaba al libre criterio de los arquitectos concursantes el que se diera al edificio otros usos de servicios terciarios. Seg¨²n explic¨® la semana pasada Luis Rojo en la exposici¨®n que el museo San Telmo ha albergado con las maquetas y dibujos del proyecto, Moneo renunci¨® a esta posibilidad por las "condiciones geogr¨¢ficas y espectaculares del solar, una punta que sale al mar como si se tratara de un faro" y as¨ª "hacer el edificio por debajo de la cota de terreno del que s¨®lo surgir¨ªan por encima las masas de vidrio".
El tama?o de los dos rect¨¢ngulos de vidrio ser¨¢n de 45 metros ancho por 70 de largo y una altura m¨¢xima de 28 metros con un ligero descenso hasta los 24 metros, el grande, y de 30 metros por 40 y una altura de 18 metros que desciende a 16, el peque?o. La estructura met¨¢lica de estos dos bloques da lugar a la formaci¨®n de una doble pared complementada, interior y exteriormente, con bloques de vidrio prensado. S¨®lo para las paredes exteriores se necesitar¨¢n 5.800 placas curvadas de vidrio.
Con una superficie ¨²til de 50.000 metros cuadrados, el edificio acoger¨¢ dos auditorios (con capacidad para 1.850 personas y 580, respectivamente), una gran sala polivalente modulable de 625 metros cuadrados y con una capacidad m¨¢xima de 600 personas, 10 salas m¨¢s peque?as, una sala de exposiciones con acceso directo e independiente desde el exterior, una gran sala de banquetes, cafeter¨ªa, restaurante y una superficie de 800 metros cuadrados para secretar¨ªa de congresos, despachos y salas de prensa. El edificio alberga dos plantas de aparcamiento con capacidad para unas 500 plazas.
El zagu¨¢n en el que se sit¨²an las entradas a todos los servicios, en la avenida de la Zurriola, se ha pensado como una extensi¨®n de la calle para enfatizar la manifestaci¨®n de car¨¢cter p¨²blico del edificio, que se podr¨¢ recorrer por todo su exterior.
Los dos auditorios est¨¢n pensados como cajas de m¨²sica de madera encerradas en las masas de vidrio. Ac¨²sticamente responden al canon ortodoxo de un sistema de proporciones en el que la altura y la anchura es la misma y el largo, el doble. El foyer que rodea al auditorio grande se podr¨¢ recorrer con el aliciente de podr¨¢ contemplarse, en toda su hermosura, el mar con el fondo del monte Urgull, a trav¨¦s de dos grandes ventanales.
Aunque su funci¨®n esencial sean los conciertos de m¨²sica cl¨¢sica, el auditorio grande est¨¢ pensado tambi¨¦n para teatro, ballet, cine y ¨®pera: incluye un foso para 120 m¨²sicos desmontando las cuatro primeras filas de butacas y espacio para meter maquinaria esc¨¦nica y se puedan realizar m¨¢s inversiones. El auditorio tiene una concha de resonancia encima de la orquesta que hace que el sonido salga y regrese a los m¨²sicos.
El Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, que se celebra anualmente en esta ciudad en el mes de septiembre, ha estado siempre presente en el pensamiento de los responsables del proyecto, incluido el Ayuntamiento donostiarra, ya que la obra de Moneo albergar¨¢ a partir de 1999 a dicho festival. Ha habido asiduos contactos con sus responsables para combinar esa condici¨®n un poco artificiosa y espectacular que acompa?a a los eventos con estrellas de cine y las necesidades t¨¦cnicas y de sonido que requieren las proyecciones cinematogr¨¢ficas, as¨ª como el funcionamiento diario de un festival que acoge a miles de periodistas y cr¨ªticos de todo el mundo. Adem¨¢s del festival de cine, el Kursaal tiene previsto albergar tambi¨¦n la Quincena Musical.
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