El Gobierno de Chirac espi¨® a miembros del equipo de Balladur

Tres colaboradores de Fran?ois L¨¦otard, antiguo ministro de Defensa de Edouard Balladur, fueron v¨ªctimas en 1995 de escuchas telef¨®nicas realizadas por agentes al servicio de su sucesor en la cartera, Charles Millon. Se trata de un caso de espionaje dentro de la propia mayor¨ªa en el poder. Tanto Millon como L¨¦otard pertenecen al Partido Republicano, pero mientras el segundo, respald¨® a Balladur en la carrera hacia la presidencia, el primero opt¨® por Jacques Chirac.Las tres personalidades cuyas conversaciones fueron interceptadas son dos prefectos (m¨¢xima autoridad provincial) y un coronel especializado en operaciones en el mar, como la que hundi¨® el barco de Greenpeace en Nueva Zelanda. Sobre el papel las escuchas se realizaron respetando el reglamento, pero, y de ah¨ª viene la imitaci¨®n de L¨¦otard, la ley s¨®lo autoriza la transcripci¨®n de "las informaciones que est¨¦n en relaci¨®n con una demanda", y que en un caso de este tipo s¨®lo pueden ser relativas "a cuestiones de defensa nacional". Y la ley no se cumpli¨®, tal y como ha admitido un portavoz oficial.

L¨¦otard, que dirige una facci¨®n de la oposici¨®n interna al primer ministro Alain Jupp¨¦, sospecha que el Gobierno intenta averiguar c¨®mo se financi¨® y se financia la corriente balladuriana. Tanto en el entorno de Jupp¨¦, como en el del presidente, Jacques Chirac, se cree que la filtraci¨®n de los esc¨¢ndalos inmobiliarios que afectan a los gaullistas del Agrupaci¨®n para la Rep¨²blica ha sido y es obra de c¨ªrculos pr¨®ximos a Balladur.