Ariel Garc¨ªa Vald¨¦s dirige en Almagro "La vida es sue?o"

El festival de Almagro vuelve a una de las m¨¢s bellas piezas de la literatura dram¨¢tica, La vida es sue?o, de Calder¨®n de la Barca. Es un montaje de la Compa?¨ªa Nacional de Teatro Cl¨¢sico, cuyo director, Adolfo Marsillach, ha invitado para abordar la puesta en escena a Ariel Garc¨ªa Vald¨¦s, quien afirma que la grandeza de esta obra estriba en el antagonismo entre un anarquismo nietzschiano y una ley ordenadora. La obra se estrena ma?ana.

La versi¨®n es del escritor Jos¨¦ Sanchis Sinisterra, Segismundo est¨¢ interpretado por Pedro Mari S¨¢nchez y la escenograf¨ªa y vestuario es del pintor franc¨¦s Jean-Pierre Vergier.

Ariel Garc¨ªa Vald¨¦s, hijo de leon¨¦s y catalana, fue ap¨¢trida hasta los 21 a?os, edad en la que como hijo de exiliados espa?oles en Francia se le dio a elegir entre la nacionalidad francesa o espa?ola. Ha destacado como actor en franc¨¦s antes de convertirse en director esc¨¦nico, afamado en Europa y casi desconocido en su pa¨ªs. En los ¨²ltimos tiempos est¨¢ por Espa?a y Marsillach le ha cazado para dirigir una de las obras cumbres del teatro espa?ol, La vida es sue?o, de Calder¨®n de la Barca, ¨²ltimo estreno de la etapa Marsillach.

Garc¨ªa Vald¨¦s no se ha sentido intimidado ni asustado por la grandeza del texto: "Ya le ten¨ªa echado el ojo, porque el trabajar con obras maestras no s¨®lo es m¨¢s estimulante, sino en parte m¨¢s f¨¢cil, porque al ser textos extraordinarios ya dan mucho", dice el director. "Lo que hay que hacer es profundizar lo m¨¢s posible".

Una obra m¨ªtica

Sanchis Sinisterra, al que se le ha encargado la adaptaci¨®n del texto, afirma que no es posible ser fiel a los cl¨¢sicos, por lo que califica su trabajo de adopci¨®n: "He tratado de aproximar esta joya del teatro barroco espa?ol a la sensibilidad, a la t¨¦cnica y a la energ¨ªa de los actores y actrices de nuestro tiempo".En ese buceo Garc¨ªa Vald¨¦s se ha encontrado que, sin prescindir de todo ese an¨¢lisis filos¨®fico que conlleva la obra, ten¨ªa que mostrar lo que ¨¦l ve de extraordinaria mec¨¢nica teatral, llena de trampas esc¨¦nicas: "Es una obra m¨ªtica. El peligro de montarla es detenerse en ese color existencial global que desprende, olvid¨¢ndose de que la aventura real es la historia que vive Segismundo, una fuerte trama que obliga al personaje a cambiar su visi¨®n del mundo". De ah¨ª el inter¨¦s de Garc¨ªa Vald¨¦s por "mostrar todas sus articulaciones, porque estamos ante una obra de sangre, de sexo, de equivocaciones, de poder, de locura, de obstinaci¨®n... De concrecion y no de abstracci¨®n".

El primer actor, Pedro Mari S¨¢nchez, dice sobre el personaje de Segismundo: "Sus porqu¨¦s no son existencialistas, son mucho m¨¢s concretos que todo eso, y es a partir de ah¨ª cuando el discurso filos¨®fico se convierte en algo extraordinario".