G¨¦rard Mortier: "La cultura europea debe provocar nuevos est¨ªmulos"

Un a?o m¨¢s, el Festival de Salzburgo (desde hoy hasta el 31 de agosto) se convierte en uno de los focos de atenci¨®n de la cultura europea durante el verano. G¨¦rard Mortier, director del festival, se muestra m¨¢s relajado que en ediciones anteriores. Le importa m¨¢s el proyecto a cinco o seis a?os vista (ha renovado el contrato este a?o hasta el 2001) que el resultado de un determinado espect¨¢culo. No ha aceptado tentadoras propuestas de teatros de otras ciudades y permanece fijo a la idea de que "toda cultura verdadera debe ser revulsiva".

"Los objetivos que justifican un festival como Salzburgo son muy complejos. Seleccionar un grupo de int¨¦rpretes de primera fila o buscar a los directores con m¨¢s gancho no es suficiente. Hay que ir m¨¢s all¨¢. La cultura europea debe contemplar el pasado con una mirada l¨²cida y provocar nuevos est¨ªmulos. De lo contrario, se corre el peligro de la rutina, y, por tanto, de un estancamiento que provoca el crecimiento del conservadurismo", ha comentado Mortier a este diario.Habla de compromisos b¨¢sicos que rozan la urgencia y tambi¨¦n de grandes planes. "Mire, dos cuestiones fundamentales que est¨¢n en la raz¨®n de ser del festival son una extensi¨®n del repertorio que incluya la creaci¨®n actual y una apertura hacia la cultura popular". Mortier ha desplazado, efectivamente, la selecci¨®n de obras hacia la primera mitad del siglo XX y el a?o pr¨®ximo se representar¨¢ El gran macabro, de Ligeti (probablemente el compositor vivo de mayor influencia) con Peter Sellars y Esa-Pekka Salonen. Tambi¨¦n tiene previsto el estreno anual de una ¨®pera a partir de 1999.

"Cuando pienso en la cultura popular, no me refiero al folclor o a la tradici¨®n, sino a las manifestaciones que tienen hoy algo que decir. Le pongo varios ejemplos. Vamos a hacer en el a?o 2000 un espect¨¢culo de teatro musical con David Bowie y Robert Wilson. Tambi¨¦n tenemos pensada la colaboraci¨®n de cineastas independientes como Hartley o Jarmusch. E incluso una ¨®pera con La Fura dels Baus. Son tres tipos de manifestaciones de cultura viva que buscan salida a nuestra percepci¨®n del mundo". El grupo de teatro catal¨¢n ha visitado Salzburgo la primera semana de julio. La inclinaci¨®n que sintieron por un espacio tan simb¨®lico como la Felsenreitschule (antiguas caballerizas) propici¨® que Mortier les propusiese una escenificaci¨®n de La condenaci¨®n de Fausto, de Berlioz, para 1998 o 1999.

La energ¨ªa de La Fura

"Les dej¨¦ el camino abierto para que escogieran una obra de teatro de nueva creaci¨®n, pero ellos est¨¢n fascinados ahora por la ¨®pera". Mortier asisti¨® a ¨²ltimos de junio a una representaci¨®n de Atl¨¢ntida de Falla en el Festival de Granada, que supuso el primer contacto del colectivo catal¨¢n con el g¨¦nero l¨ªrico. "De La Fura me atrae sobre todo la energ¨ªa, la corporeidad, su concepci¨®n del espacio, el dominio de los elementos teatrales naturales: fuego, agua... Tienen una fuerza explosiva".Mortier ha invitado asimismo al festival de 1998 a la soprano Mar¨ªa Bayo, en un papel que, como m¨ªnimo, es chocante -Cherubino de Las bodas de Figaro- y tiene intenci¨®n de escribir al Orfe¨®n Donostiarra en breve plazo. "La idea de Bayo me surgi¨® viendo su reciente Melisande en La Monnaie de Bruselas. Sent¨ª que, tanto vocal como esc¨¦nicamente, pod¨ªa ser un Cherubino m¨¢s apropiado al esp¨ªritu del personaje que los que normalmente se hacen ahora".

Respecto a la programaci¨®n de este a?o se extiende Mortier sobre la convivencia entre ¨®peras filos¨®ficas como Fidelio y Mois¨¦s y Aar¨®n, con cuentos de hadas como Ober¨®n, de Weber, o El sue?o de una noche de verano, de Shakespeare. Sus preferencias o debilidades surgen conforme la conversaci¨®n transcurre y se centran especialmente en el ciclo Next Generation -"es una oportunidad de presentar en Salzburgo en las mejores condiciones posibles a compositores nacidos en la segunda mitad de este siglo, como Stroppa o Kaariaho"-, en Ober¨®n -"la colaboraci¨®n con el teatro de marionetas potencia el lado popular de una ¨®pera que no ha sido casi nunca bien tocada"-, y en el programa doble Sch?nberg-Messiaen -"Martaler y Viebrok, forman un equipo esc¨¦nico sorprendente"-.

La vertiente m¨¢s idealista de Mortier aparece al referirse a los espectadores del festival. Su deseo es claro: "Tenemos que crear un sentimiento de complicidad con el p¨²blico, vivir juntos la aventura".