Hallados los motores del avi¨®n de la TWA, mientras el FBI refuerza la tesis del atentado
El hallazgo ayer de los motores del avi¨®n de TWA, que todav¨ªa no han sido sacados del fondo del oc¨¦ano, puede aportar nuevas pruebas sobre las causas del siniestro, que siguen siendo oficialmente un misterio, a pesar del extra?o sonido escuchado en el primer an¨¢lisis de las cajas negras. El viaje a Nueva York, donde ocurri¨® el siniestro, del director del FBI, Louis Freeh, parece, sin embargo, una se?al de que el Gobierno est¨¢ cerca de declarar el suceso como un acto criminal y de darle a esa agencia policial toda la autoridad en la investigaci¨®n del caso.
Un portavoz del FBI dijo que el viaje de Freeh ten¨ªa el prop¨®sito de recibir informaci¨®n de primera mano de parte del centenar de agentes que trabajan sobre el terreno. La misma fuente a?adi¨® que Freeh no ten¨ªa previsto por el momento hacer ning¨²n anuncio sobre la marcha de la investigaci¨®n. Pero una iniciativa as¨ª por parte del director del FBI ser¨ªa improbable, si no hubieran aumentado las sospechas de que el Boeing 747 que cay¨® sobre el mar el pasado d¨ªa 17 con 230 personas a bordo fue derribado por un atentado terrorista.Varios medios de comunicaci¨®n norteamericanos citaron ayer fuentes oficiales an¨®nimas que dijeron que, despu¨¦s de los datos encontrados en las cajas negras, las posibilidades de un accidente han quedado reducidas a menos de un 10%.
Una de las cajas negras mostraba que todos los datos t¨¦cnicos del avi¨®n eran los de un vuelo normal. La otra caja, la que recoge las grabaciones en la cabina de los pilotos, registraba un sonido desconocido de una fracci¨®n de segundo en el momento en el que se interrumpe la grabaci¨®n.
Los expertos est¨¢n ahora utilizando sofisticados instrumentos para descomponer ese sonido, compararlo con toda la gama de sonidos archivados en los laboratorios en Washington y comprobar si, como se sospecha, se corresponde con el de la explosi¨®n de un bomba o el de otro artefacto que podr¨ªa haber impactado contra el avi¨®n desde fuera, como un misil.
En el caso del avi¨®n de Pan Am, que en 1988 se estrell¨® sobre Lockerbie por una bomba, tambi¨¦n se escuch¨® un breve sonido en el momento de interrumpirse la grabaci¨®n de las cajas negras. Lo mismo ocurri¨® en un vuelo de Air India que fue derribado por una bomba en 1985. Como en esos siniestros, los especialistas podr¨¢n ahora, al analizar el sonido registrado, precisar en qu¨¦ lugar del avi¨®n se origin¨® ¨¦ste. Eso se consigue mediante el c¨¢lculo de la velocidad a que se traslada el sonido a trav¨¦s del metal.
En la investigaci¨®n del avi¨®n de Pan Am, fue ese c¨¢lculo el que sirvi¨® para saber que el sonido se hab¨ªa producido en el compartimento de equipajes, donde despu¨¦s fueron encontrados los rastros de una bomba.
Si los ex¨¢menes de las cajas negras del vuelo TWA 800, que se realizan en estos momentos, no prueban esas sospechas, habr¨¢ que esperar al an¨¢lisis de los restos del fuselaje, que van siendo recuperados del fondo del mar poco a poco.
Los motores del avi¨®n, que fueron encontrados ayer, pueden ser una pieza fundamental en esta investigaci¨®n. Seg¨²n el vicepresidente del Consejo Nacional de Seguridad en el Transporte, Robert Francis, los motores fueron localizados ayer por los barcos que participan en el rescate. Pero Francis pronostic¨® que no podr¨ªan ser sacados del fondo al menos hasta hoy, porque se requiere poner en marcha una complicada operaci¨®n para recuperarlos.
El problema, seg¨²n los encargados del rescate, no es s¨®lo el peso de los motores, que ronda los 4.000 kilos, sino la preocupaci¨®n que todav¨ªa existe por encontrar los cad¨¢veres que a¨²n no han sido recuperados.
Robert Francis ha advertido que el rescate de los cad¨¢veres (103 quedaban todav¨ªa ayer en el fondo) sigue siendo la primera preocupaci¨®n, y que las piezas del fuselaje s¨®lo ser¨¢n movidas si se comprueba que con eso no se pone en peligro la recuperaci¨®n de los cuerpos que puede haber en su interior.
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