Richard gana su cl¨¢sica m¨¢s f¨¢cil

La prueba ol¨ªmpica de carretera se decidi¨® al sprint, pero no masivo. Era la opci¨®n de los rompedores contra los velocistas y gan¨® la apuesta. Desde bastantes kil¨®metros antes de la meta el podio estaba ocupado. S¨®lo faltaba conocer el orden y cualquiera hubiera apostado por el que se produjo al final. El suizo Pascal Richard, que esta temporada le dio ya el gran disgusto al norteamericano Lance Asmstrong en los metros finales de la Lieja-Bastogne-Lieja, gan¨® la medalla de oro ante el dan¨¦s Rolf Sorensen. El brit¨¢nico, ex italiano, Massimilian (Max) Sciandri ni siquiera luch¨® por la victoria. Si no se hab¨ªa conseguido despegar antes de Richard, no ten¨ªa opci¨®n alguna, porque el helv¨¦tico, adem¨¢s de rompedor, es el m¨¢s r¨¢pido al final. Sorensen intent¨® un ataque a la desesperada a falta de 200 metros, pero Richard le super¨® con claridad. Fue su cl¨¢sica m¨¢s f¨¢cil. Un triunfo muy especial, porque pasar¨¢ a la historia como el primer oro ol¨ªmpico profesional.El equipo espa?ol intent¨® su baza en la dif¨ªcil loter¨ªa de ayer, pero s¨®lo acert¨® alg¨²n n¨²mero. Hay que esperar a la contrarreloj donde se jugar¨¢ a n¨²mero fijo. De hecho, Olano e Indur¨¢in consideraban la obligatoria participaci¨®n en la prueba de ayer como un calentamiento para la contrarreloj del s¨¢bado. Cuando atac¨® el norteamericano Frank Andreu a falta de cinco vueltas, m¨¢s de 60 kil¨®metros, volvi¨® a saltar tras ¨¦l el elegido por el seleccionador, Jos¨¦ Grande, para esos primeros menesteres, Melcior Mauri. Ya lo hab¨ªa hecho previamente en dos ocasiones cuando los saltos eran de corredores de medio pelo, por si las moscas. Pero esta vez la cosa fue a m¨¢s. Con ¨¦l se fue Sciandri y a partir de ah¨ª se rompi¨® la carrera. Por detr¨¢s decidieron que era el momento de jug¨¢rsela y otros rompedores aparecieron en escena, como el belga Museeuw, actual l¨ªder de la Copa del Mundo, o el ex campe¨®n mundial, Armstrong. ?ste, incluso, intent¨® marcharse solo a falta de dos vueltas, una vez que delante se form¨® un grupo de hasta 12 hombres, pero se precipit¨®, le faltaron fuerzas y malgast¨® toda la munici¨®n que ten¨ªa. Acab¨® llegando el ¨²ltimo de los 12 antes del pelot¨®n. Despu¨¦s s¨ª cuaj¨® la salida de Sorensen, Richard y Sciandri, que gan¨® el bronce bien merecido.

Mauri esper¨® siempre que por detr¨¢s llegaran los jefes, Indur¨¢in u Olano, pero no llegaron nunca. El navarro pareci¨® estar en su l¨ªnea buena a principio de carrera, cuando tom¨® el mando para restablecer un cierto orden entre salto y salto, pero no tuvo oportunidad ni fuerza despu¨¦s para estar en el grupo de cabeza. Olano bastante hizo con seguir en el gran grupo junto a Fern¨¢ndez Gin¨¦s. Marino Alonso trabaj¨® mucho al final para intentar la caza del grupo delantero, pero el minuto inicial acab¨® convirti¨¦ndose en casi tres. ?l solo no pod¨ªa. Ayer no era una lucha de equipos, sino individual. Con cinco hombres como m¨¢ximo por pa¨ªs aquello era un descontrol.

Andreu, otro premio a la combatividad, tuvo la valent¨ªa de irse por el tr¨ªo de cabeza cuando el podio ya no pod¨ªa ser suyo. Y acab¨® cuarto, pese a ser cazado en la misma meta por Virenque y un magn¨ªfico Mauri, luchador hasta el final por el diploma ol¨ªmpico. Los italianos perdieron toda la batalla. Baldato se conform¨® con ganar el sprint para el s¨¦ptimo puesto, pues seis de los primeros 12 hombres escapados acabaron cediendo minuto y medio a Richard, Museeuw entre ellos. Indur¨¢in, muy digno entr¨® 14? del pelot¨®n, 26? al final, Olano el 67?, Fern¨¢ndez Gin¨¦s el 77? y Marino Alonso, el m¨¢s cansado, el 101? de 116 clasificados y de 183 que tomaron la salida. Cipollini no se molest¨® en sprintar para el puesto 80. Qued¨® el 82?.