La hermana pobre, en el destierro

La opci¨®n espa?ola en el debutante concurso de conjuntos de la gimnasia r¨ªtmica era una de las mas seguras y se confirm¨® ayer. S¨®lo 50 mil¨¦simas separan a Espa?a del oro, la puntuaci¨®n con que discutiblemente, en la eterna discreccionalidad, m¨¢s bien parcialidad, de los jueces, Bulgaria super¨® al conjunto espa?ol en el ejercicio con los cinco aros: 19,550 puntos por 19,500. En el de tres pelotas y dos cintas, la igualdad fue total: 19,466 para un total de 39,016 de las b¨²lgaras y 38,966 de las espa?olas antes de la jornada final de hoy.La competici¨®n se disput¨® en el destierro del Coliseum de la Universidad de Georgia, en Athens, nada menos que a 65 millas, 104 kil¨®metros, del centro de Atlanta. All¨ª se han jugado algunos partidos de voleibol, y se ha llevado a la hermana pobre de la gimnasia, considerada tambi¨¦n un deporte menor por los de la art¨ªstica o deportiva, pues no tiene en Estados Unidos ning¨²n atractivo en comparaci¨®n con la otra. Pero est¨¢ claro que los gustos estadounidenses, como su manera de hacer las cosas o de organizar Juegos Ol¨ªmpicos, no tienen por qu¨¦ ser buenos modelos. M¨¢s bien al contrario.

Espa?a hizo las rotaciones con Bielorrusia, que hab¨ªa dado la sorpresa en los Mundiales de Budapest, disputados en junio, quit¨¢ndole la medalla de bronce a Rusia, y marc¨® tanto las diferencias que al final se separaron hasta m¨¢s de medio punto. El enemigo para el oro que se le resiste a Espa?a despu¨¦s de cinco subcampeonatos mundiales, sigue siendo Bulgaria. Cincuenta mil¨¦simas un tanto discutibles, pues las b¨²lgaras cometieron tantos fallos, o m¨¢s, que las espa?olas, a igualdad de belleza en los ejercicios. En el de aros, sin ir m¨¢s lejos, una. de las gimnastas se enganch¨® al saltar por el interior de uno de ellos y no parecieron verlo los jueces. Ya en ese ejercicio, que en los Mundiales, adem¨¢s del t¨ªtulo absoluto (la suma de ambos y equivalente al de aqu¨ª), concede otra medalla (lo mismo que en tres pelotas y dos cintas), fue un descaro c¨®mo le quitaron a Espa?a el oro en Budapest. En calquier caso, lo importante es que el podio est¨¢ asegurado salvo una desgracia, y m¨¢s cerca del oro que del bronce, pues Rusia se qued¨® en 38,882, a 84 mil¨¦simas de Espa?a.

En la competici¨®n individual Espa?a estuvo en su lugar, con Almudena Cid, sexta, y Alba Caride, 14? . Ekaterina Serebryanskaia, la ucrania campeona del mundo y de Europa, se quit¨® a su principal rival, la b¨²lgara Mar¨ªa Petrova, que fall¨® incomprensiblemente con el aro (9,183 puntos), aunque estuvo a su gran altura en mazas (9,800). Almudena sum¨® dos 9,600, un 19,200 total, y Serebryanskaia, 9,783 y 9,832, 19,615.

El problema de la espa?ola para aspirar al podio es que tiene por delante, y demasiado lejos ya para alcanzarlo en los dos aparatos finales de hoy (para ella cuerda y cintas) a cinco huesos que dif¨ªcilmente fallar¨¢n: la otra ucrania, Elena Vitrichenko, con 19,600, a s¨®lo 15 cent¨¦simas de su compatriota l¨ªder, las dos bielorrusas, Tatiana Ogryzko, 19,500, y Larisa Luk¨ªanenko, 19,416, y la rusa Amina Zaripova, 19.466. La espa?ola est¨¢ en la lucha con la m¨¢s bella de las participantes, la alemana Magdalena Brzeska, s¨¦ptima con 19,149 y que es un soplo de moral antianor¨¦xica, una reivindicaci¨®n de que la gimnasia de ¨¦lite no tiene por qu¨¦ ser tan deformante.