A casa con una medalla en la mano
?l hockey, el waterpolo y los profesionales, los triunfadores
No s¨¦ si me lo voy a cambiar. Ya veremos". Xavier Arnau, jugador de hockey sobre hierba, lleva ahora un color de pelo rubio, casi albino, que le ha dado una suerte inmensa en estos Juegos. Xavier, estudiante de Terrassa, decidi¨® te?irse el cabello para hacer algo especial, para llamar la atenci¨®n, para dar un poco de alegr¨ªa al equipo."Eramos un conjunto un poco triste, creo que demasiado serio. Yo quer¨ªa darle m¨¢s marcha. No he sido el ¨²nico: otro compa?ero se marc¨® en el pelo el n¨²mero 13".
Los Juegos de Atlanta ser¨¢n recordados por la explosi¨®n de un grupo de jugadores que han roto con los esquemas y han hecho a?icos los pron¨®sticos. Se conformaban con llegar a las semifinales y estuvieron a punto de alzarse al lugar m¨¢s alto del podio. Perdieron el respeto a potencias mundiales como Holanda, Pakist¨¢n y Australia y con un juego alegre y agresivo, sin complejos, acariciaron el oro. Casi repiten la haza?a de las chicas de hockey en Barcelona. "Yo s¨®lo quiero regresar a casa, disfrutar de la medalla", dice el capit¨¢n Joaqu¨ªn Malgosa, " y confiar que no se alteren nuestras vidas".
No cambiar¨¢ tampoco mucho la de Dani Ballart, jugador de waterpolo, tras ganar el oro. Sabe que despu¨¦s de las vacaciones seguir¨¢ entren¨¢ndose cerca de cinco horas al d¨ªa, que invertir¨¢ parte de la beca de ADO en ayudar a pagar la hipoteca de su piso en Castelldefels. Adem¨¢s se ha quitado la tremenda losa que soport¨® durante cuatro a?os desde que el equipo perdi¨® en Barcelona la final ante Italia. "S¨®lo sabemos nosotros lo que hemos llorado estos cuatro a?os", confesaba Manel Estiarte. Dani dice que no miente: "En caso de perder, nos habr¨ªan vuelto a tildar de perdedores. Nos habr¨ªan destrozado".
El hockey, el waterpolo y el balonmano han cuajado un espl¨¦ndido papel en Atlanta. Pero el honor de Espa?a en el medallero lo mantuvo en pie la primera semana de los Juegos un deporte minoritario que estall¨® ya en Barcelona. El ¨¦xito del yudo tuvo mayor resonancia ya que nadie parec¨ªa capaz de romper la sequ¨ªa de podios. No fue normal que 150 yudokas espa?oles se prestaran a estar concentrados una semana, antes de los Juegos, para combatir con sus compa?eros ol¨ªmpicos. Ni tampoco es habitual una escena con tanta fuerza: Miriam Blasco, campeona ol¨ªmpica combatiendo con Sara ?lvarez, la joven que le gan¨® la clasificaci¨®n ol¨ªmpica. No es dif¨ªcil entender por qu¨¦ ganaron tres medallas.Cinco j¨®venes delgad¨ªsimas repitieron su espl¨¦ndida actuaci¨®n en Viena y mejoraron la que hicieron hace dos meses en Budapest. Relegaron a Bulgaria en el podio. El equipo espa?ol de gimnasia r¨ªtmica, considerado m¨¢ximo favorito, logr¨® en Athenas el oro. No pudo repetir el s¨¢bado el oro en 1.500 Ferm¨ªn Cacho, que pareci¨® feliz con la plata. El es otro de los privilegiados que ha repetido la vuelta al Estadio Ol¨ªmpico, como ya hizo en Barcelona.
Los profesionales son una garant¨ªa de ¨¦xito. Alojados fuera de la Villa Ol¨ªmpica, instalados en otra dimensi¨®n, han cumplido las expectativas. No fall¨® Indurain ni Olano; ni Arantxa -doble medalla- ni Conchita; ni Sergi Bruguera. Ellos han acaparado casi un tercio de las medallas ganadas por Espa?a -un oro, tres platas y un bronce- Tampoco la regatista Teresa Zabell, acompa?ada de Bego?a V¨ªa-Dufresne.
Antes de competir dudaba de los ¨¢rbitros, de las penalizaciones, del tiempo, de sus rivales. De todos menos de ella: "S¨®lo ganaremos si las dem¨¢s nos dejan. ?Y si me pasa lo de Indur¨¢in en el Tour?", se preguntaba. Ha cumplido su promesa: coger la medalla -otra vez de oro- y marcharse a casa.
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