Vidal-Quadras dice que CiU y PNV son un problema "grave e insidioso"

"La existencia en el seno de la naci¨®n espa?ola de partidos pol¨ªticos de ¨¢mbito territorial restringido, que hacen del nacionalismo identitario su principal, por no decir ¨²nico, instrumento de movilizaci¨®n social y electoral, constituye uno de los problemas m¨¢s graves e insidiosos con los que debe enfrentarse nuestra crecientemente madura democracia". ?ste es el primer p¨¢rrafo de la conferencia que hoy pronuncia el presidente del PP en Catalu?a, Aleix Vidal-Quadras, en la Universidad Men¨¦ndez Pelayo, dentro del curso ?A qu¨¦ llamamos Espa?a? y a cuyo texto -un muy duro alegato contra el nacionalismo- ha tenido acceso este diario.

La conferencia, titulada, Nacionalismos identitarios en la Espa?a finisecular: diagn¨®stico y posibles terapias, se abre con una cita del presidente Jordi Pujol: "Somos una naci¨®n. No lo olviden". Es el p¨®rtico que abre la intervenci¨®n m¨¢s radical de Vidal-Quadras en el debate pol¨ªtico, desde el acuerdo entre el PP y los partidos nacionalistas. Su an¨¢lisis cr¨ªtico, sin embargo, no se limita al nacionalismo. "Los dos principales partidos nacionales", escribe, "parecen oscilar con referencia a cuesti¨®n tan crucial [la necesidad de "un quehacer espa?ol aglutinante"] entre la ingenuidad, la impotencia malhumorada y el desconcierto, aquejados de una decepcionante fragilidad doctrinal y sometidos a la presi¨®n urgente de la consecuci¨®n y conservaci¨®n del poder, objetivos para los cuales el concurso de los nacionalismos perif¨¦ricos le es o les puede ser indispensable".

D¨¦ficit

Vidal-Quadras afronta luego algunos de los problemas estructurales que plantea el escenario auton¨®mico espa?ol: "Los progresivos avances en la uniling¨¹izaci¨®n de la administraci¨®n auton¨®mica, local, o incluso estatal, as¨ª como del sistema educativo, en las lenguas particulares en detrimento de la com¨²n, introducen barreras inmateriales a la libre circulaci¨®n de personas dentro del territorio del Estado, con las consiguientes endogamias empobrecedoras o fisuras en la unidad de mercado". Su razonamiento atribuye a "la impaciencia por nacionalizar" una de las m¨¢ximas responsabilidades en el aumento "del d¨¦ficit y el endeudamiento p¨²blicos".Las referencias a Duran Lleida, l¨ªder de Uni¨®, que cuestion¨® la modernidad del proyecto nacionalista son elogiosas. Se cierran con un diagn¨®stico: "Ha abierto una peque?a pero impagable grieta en el espeso muro del nacionalismo identitario y lo ha hecho desde dentro". Y contrastan, vivamente, con las que se dedican a Pujol: "?ltimamente Jordi Pujol insiste en que, una vez fracasado el socialismo real, que pretend¨ªa conocer el sentido de la Historia, es el nacionalismo el que, para utilizar sus palabras literales 'est¨¢ en la l¨ªnea del progreso de la Historia'. Es decir, el nacionalismo identitario, al fusionar el Estado y la Naci¨®n en una hip¨®stasis ineludible inscrita en la misma naturaleza de las cosas, se erige en sucesor del historicismo marxista y oscurece el horizonte con similares sombras totalitarias".

El conferenciante no manifiesta especial satisfacci¨®n ante el car¨¢cter moderado de los nacionalismos perif¨¦ricos espa?oles: "El consuelo de que los nacionalismos identitarios que hoy se?orean el Norte y el Noreste de Espa?a sean moderados y democr¨¢ticos es s¨®lo relativo y equivale al de recibir la noticia de que el tumor que nos aqueja es benigno. Toda patolog¨ªa se puede malignizar si dura demasiado tiempo sin el tratamiento adecuado".

Discrepancia

En la ¨²ltima parte de su texto -27 folios-, Vidal-Quadras realiza un presagio sobre los nacionalismos -todos los nacionalismos-: "En el futuro pasar¨¢ como la religi¨®n, del ¨¢mbito p¨²blico al estrictamente privado e ¨ªntimo. Muy pronto, y ¨¦sta es una profec¨ªa trufada de esperanza voluntarista, la llamada a ser cada d¨ªa m¨¢s catal¨¢n, m¨¢s vasco m¨¢s espa?ol o m¨¢s azerbayano tendr¨¢ el mismo atractivo electoral que tendr¨ªa hoy la invitaci¨®n a ser m¨¢s cat¨®lico, m¨¢s budista zen o m¨¢s adventista del s¨¦ptimo d¨ªa".Sus ¨²ltimas palabras son una inequ¨ªvoca reivindicaci¨®n del derecho a la discrepancia interna: "Al igual que los nacionalistas mantienen sus postulados b¨¢sicos y los vocean con el mismo entusiasmo que antes del 3 de marzo, aquellos que sustentamos puntos de vista distintos, o incluso contrapuestos, sobre el alcance y el sentido de la identidad nacional, tenemos el deber, dentro del m¨¢s escrupuloso respeto a los pactos en el ejercicio diario de la actividad pol¨ªtica, a exponer nuestras posiciones".