Llamamiento a la calma en el masivo funeral por el grecochipriota asesinado
Al menos 3.000 grecochipriotas asistieron ayer al funeral por Solomos Solomos, muerto por los disparos de las fuerzas de seguridad del tercio norte de Chipre ocupado por Turqu¨ªa. El arzobispo grecoortodoxo Chrysostomos, que ofici¨® la ceremonia, hizo un llamamiento a la calma para evitar nuevas muertes, despu¨¦s de las dos habidas en menos de una semana, que la han convertido en la m¨¢s sangrienta desde la divisi¨®n formal de la isla en 1974.En un aparente esfuerzo por apaciguar a la poblaci¨®n, el primer ministro griego, Costas Simitis, y el presidente de Chipre, Glafcos Clerides, anunciaron en la ma?ana de ayer que no asistir¨ªan, como estaba previsto, a las exequias. Clerides estuvo en el funeral, celebrado el domingo pasado, por Tasos Isaac -el grecochipriota apaleado hasta la muerte por turcochipriotas-, tras el cual unos 250 manifestantes -entre ellos Solomos- se adentraron en la llamada l¨ªnea verde, la zona de seguridad, controlada por Naciones Unidas, que separa a las dos comunidades de la isla.
A lo largo del d¨ªa de ayer, la televisi¨®n emiti¨® diversos llamamientos de las autoridades grecochipriotas a la calma. El portavoz gubernamental, Yannakis Casulides, pidi¨® a la poblaci¨®n "mantener la sangre fr¨ªa" para impedir nuevas muertes. El alcalde de Paralimni -donde se celebr¨® el funeral-, Nicos Vlittis, invit¨® a los ciudadanos a que "prevalezca la raz¨®n y los intereses de la naci¨®n". A estos llamamientos se uni¨® Spyros Solomos, el padre del joven tiroteado al intentar arriar una bandera turcochipriota, que pidi¨® a los amigos de su hijo "calma por el bien de la comunidad".
"Muerte o libertad", rezaba la enorme pancarta colocada sobre la fachada de la iglesia de San Jorge, en el pueblo de Paralimni, cerca de la oriental ciudad de Dherinia. Cientos de polic¨ªas, protegidos con cascos y escudos, formaron una cadena humana en esa zona este de la l¨ªnea verde, en la que se produjeron los incidentes de la semana pasada para evitar un nuevo brote de violencia.
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