Alicia Alonso:"Yo bailo cuando respiro"

Vest¨ªa un traje pantal¨®n muy transparente y una pamela blanca. Apareci¨® ayudada por dos colaboradores, caminando con dificultad. Cuando se sent¨® ante los fot¨®grafos, abri¨® su boca roja en una enorme sonrisa y puso manos y u?as sobre el rostro maquillado sin una arruga. As¨ª, Alicia Alonso deja de parecer una mujer casi ciega de 78 a?os y se convierte en lo que tambi¨¦n es: una diva. "?Es que yo no bailo cuando respiro, cuando me muevo?", dijo al ser preguntada sobre si actuar¨¢ en alguna de las representaciones que su compa?¨ªa, el Ballet Nacional de Cuba, ofrece desde hoy y hasta el 22 de septiembre en Madrid.

Alonso esquiv¨® con un "quiz¨¢s" la pregunta sobre una posible salida a escena. Luego fue interrogada acerca de un hipot¨¦tico retiro. Son casi 60 a?os de dedicaci¨®n al baile, pero no parece dispuesta a dejarlo. "Yo bailo por dentro", dijo. "Bailo cuando miro los p¨¢jaros, cuando veo las estrellas, cuando hablo con la gente. La lluvia, el viento y los seres humanos son danza. Amo el ballet y lo siento muy dentro. Y los amores son eternos. As¨ª que mientras pueda seguir dando mi amor, mi conocimiento y mi sabidur¨ªa a la danza; mientras crea que puedo seguir siendo ¨²til, no dejar¨¦ de trabajar. Bailar es mi trabajo, y el trabajo es vivir".Primera figura desde 1948 de la compa?¨ªa de danza m¨¢s importante de Latinoam¨¦rica -que ella fund¨® bajo el nombre de Ballet Alicia Alonso-, la legendaria artista habanera ostenta hoy el rango de prima ballerina assoluta y el cargo de directora art¨ªstica. Es adem¨¢s la core¨®grafa (junto a Alberto M¨¦ndez) de la mayor parte de un repertorio que destaca por su amplitud y calidad. Alonso no duda en calificar a su agrupaci¨®n como una de las mejores compa?¨ªas del mundo: "Lo es por su disciplina, por su voluntad, por su amor al baile y por su trabajo. Supone la continuidad de la tradici¨®n de una gente que adora el talento, el arte, la vida. Si se pierde ese amor y esa disciplina, se pierde la compa?¨ªa".

La principal novedad de la programaci¨®n que ofrecer¨¢ el ballet cubano en el teatro Alb¨¦niz es el estreno de La Cenicienta - "un montaje de ¨¦poca, con mucho humor, sorpresas y un vestuario muy bello"- Habr¨¢ tambi¨¦n un "gran cl¨¢sico" (El lago de los cisnes), una selecci¨®n de suites (Don Qujote, Copp¨¦lia, Cascanueces, La bella durmiente ... ) y tres programas variados, que incluyen otros dos estrenos: Homenaje (con coreograf¨ªa de la primera bailarina Marta Garc¨ªa) y La comedia ¨¦ danzata, un trabajo de Alonso sobre m¨²sica del cubano Ernesto Lecuona.

"La m¨²sica de Lecuona tiene tantos valores que se puede adaptar incluso al ballet. Yo he hecho una coreograf¨ªa basada en La comedia dell'arte, en la que aparecen combinados los caracteres de los personajes: la tristeza de Pierrot, la viveza de Arlequ¨ªn, la coqueter¨ªa de Colombina, la ambici¨®n de Pantal¨®n. Tiene una forma ligera y es f¨¢cil de entender, porque est¨¢ hecha tambi¨¦n con mucho humor".

Despu¨¦s de subrayar el gran nivel de sus bailarines -cit¨® de memoria "un ramillete" de doce de ellos, y destac¨® la presencia de dos becarios espa?oles (Oscar Torrado y Laura Hormig¨®n)-, Alonso asegur¨® que sigue aprendiendo de baile: "Incluso de los defectos de los ni?os que empiezan se toman cosas buenas".

La referencia le llev¨® a recordar con nostalgia a su primer maestro: "No era propiamente un profesor de ballet. Era un cosaco de Ucrania que montaba muy bien a caballo y que lleg¨® a Cuba enrolado en una ¨®pera que por cierto fue un fracaso. Luego se qued¨® de profesor de danza. A m¨ª me gustaba el baile, el movimiento, aunque no sab¨ªa c¨®mo encaminarlo. Cuando hice mi primer ejercicio de barra, me gust¨® tanto fisicamente que supe que me dedicar¨ªa a esto. Luego, yo he sido mi mejor maestro, porque soy mi cr¨ªtica m¨¢s dura".

Hubo tiempo tambi¨¦n para un comentario pol¨ªtico sobre el endurecimiento del embargo estadounidense a Cuba: ".Yo no suelo hablar de pol¨ªtica, porque no s¨¦ lo suficiente, pero la ley Helms-Burton no es una cuesti¨®n pol¨ªtica. Es una ley inhumana, inconcebible. No s¨®lo para Cuba como pueblo y naci¨®n, sino para el mundo entero".

Durante la estancia de la bailarina en Espa?a, el Ateneo le dedicar¨¢ un homenaje y la SGAE presentar¨¢ la biograf¨ªa Alicia Alonso, ¨®rbita de una leyenda.