Bill Clinton firma la ley que elimina la ayuda del Gobierno a los pobres en Estados Unidos

En las elecciones de 1990, s¨®lo un 13,8% de los votos, seg¨²n un estudio de un prestigioso centro de estudios, proced¨ªa de familias con ingresos inferiores a los 15.000 d¨®lares al a?o (1,8 millones de pesetas). En 1992, ese porcentaje se redujo al 11%. Y en 1994, qued¨® en el 7,7%. Es previsible que los pobres tendr¨¢n una influencia m¨ªnima en las elecciones del 5 de noviembre. El presidente Bill Clinton probablemente cont¨® con ese factor cuando ayer firm¨® una ley que elimina la asistencia del Gobierno a los pobres con el manifestado prop¨®sito de reducir su dependencia del Estado.

"?sta es una oportunidad hist¨®rica de acabar con el sistema de asistencia p¨²blica tal y como lo conocemos", declar¨® el presidente norteamericano al firmar la ley que pone fin a un modelo de 61 a?os durante los que el Gobierno federal era responsable de la protecci¨®n de los pobres."Es pero que este d¨ªa no sea recordado por aquello con lo que acaba, sino por lo que pone en marcha", a?adi¨®.Clinton, que dud¨® durante meses antes de respaldar esta legislaci¨®n, elaborada por el Partido Republicano, intenta ahora introducir reformas que suavicen el impacto que la ley tendr¨¢ sobre los inmigrantes, las madres solteras, los desempleados, los trabajadores con salarios m¨¢s bajos y otros grupos que perder¨¢n muchas de las ayudas que te n¨ªan hasta ahora.

La ley sobre la reforma del welfare ha sido criticada por esas minor¨ªas y por los sectores pol¨ªticos, dentro del Partido Dem¨®crata, que las representan. Pero su aprobaci¨®n era masivamente solicitada por el grueso de la sociedad, y de los votantes, que no quiere seguir pagando impuestos para sostener un sistema de caridad que no funciona. Que no funciona, afirman sus detractores, en el sentido de que no estimula a los beneficiarios del welfare a salir de su situaci¨®n de pobreza.

"Tenemos que cambiar algo que no est¨¢ funcionando. Tenemos que hacer lo que hay que hacer: intentar que el welfare sea una segunda oportunidad., no una forma de vida", manifest¨® Clinton, quien reconoci¨® que el texto bajo el que pon¨ªa su r¨²brica no era perfecto, pero s¨ª el me jor de cuantos proyectos le han presentado.

En los pr¨®ximos d¨ªas, el presidente har¨¢ esfuerzos m¨¢s concretos por superar las cr¨ªticas contra esta ley. Entre las opciones que presentar¨¢, probablemente en la convenci¨®n dem¨®crata que el lunes empieza en Chicago, est¨¢ la de una reducci¨®n de los impuestos para las empresas que contraten trabajadores procedentes del welfare. La Casa Blanca ha sugerido tambi¨¦n que Clinton propondr¨¢ medidas para proteger a los inmigrantes.

Los principales elementos de la ley aprobada ayer son:

-Un ahorro de 55.000 millones de d¨®lares en ayudas p¨²blicas en el plazo de seis a?os.- El Gobierno central cede a los Estados la autoridad sobre los principales componentes del weffiare.- La ayuda, que antes era vitalicia, concluir¨¢ si el beneficiario no ha encontrado trabajo en el plazo de dos a?os.- Los inmigrantes legales perder¨¢n sus beneficios hasta que se acojan a la nacionalidad norteamericana.

Actualmente, 26 millones de norteamericanos viven de los cupones para comida que les da el Estado, y 13 millones reciben ayuda por sus hijos. Ambos programas le cuestan a Estados Unidos m¨¢s de 50.000 millones de d¨®lares al a?o. El 37% de los receptores del welfare son negros y el 19%, hispanos.