Tormenta
Leyendo a los presocr¨¢ticos me entero de que Tales de Mileto, que fue el primero en fabricar relojes, en medir la altura de las pir¨¢mides y en se?alar los solsticios y equinoccios, muri¨® aplastado por una avalancha en un estadio contemplando una prueba de gimnasia. En este momento ha comenzado a llover en el Mediterr¨¢neo. Bajo una lluvia violenta llego al conocimiento de que Her¨¢clito el Oscuro, quien descubri¨® que todas las cosas son y no son al mismo tiempo, aquejado de hidropes¨ªa se enterr¨® en esti¨¦rcol para secarse y fue devorado por un perro que lo confundi¨® con un mont¨®n de basura. No obstante, en vida tuvo ocasi¨®n de decir que el fuego es un principio c¨®smico. Mientras leo esto en medio de la tormenta cae un rayo, fulmina el transformador, se va la luz y me quedo tan a oscuras como el propio Her¨¢clito. Enciendo el candil de Di¨®genes y con ¨¦l no busco ninguna verdad sino la llave del coche para alejarme de este irracionalismo. En mi excursi¨®n por las cercan¨ªas llego a un pueblo en cuya plaza se celebra una capea. Unos j¨®venes ebrios torturan a una vaquilla. A trav¨¦s de la barrera observo al animal que parece el ser m¨¢s juicioso de cuantos se mueven por el ruedo. En ese instante llega all¨ª la tormenta. Mientras algunos mozos apalean a la res cae sobre ellos granizo del tama?o de huevos de pato: el cielo y los mozos, cada uno por su cuenta, act¨²an con la misma ferocidad. En el bar donde me refugio cuenta el camarero que un vecino muy rico ha dejado en testamento una fortuna a los pobres del pueblo y el alcalde no sabe a qui¨¦n dar la herencia porque all¨ª no hay pobres. Fuera sigue cayendo piedra. Cuando llego a casa ha vuelto la luz y leo a Pit¨¢goras. Este fil¨®sofo cre¨ªa en la armon¨ªa de las esferas, en el equilibrio del Mediterr¨¢neo. Su vivienda fue incendiada por envidia. Muri¨® acuchillado por sus perseguidores en el linde de un campo de habas que no quiso atravesar por no estropear el sembrado. Otros dicen que muri¨® al soltar un ¨¢guila una calabaza des de el cielo sobre su cabeza. El Mediterr¨¢neo.
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