En memoria del Marcial Su¨¢rez
Durante muchos a?os nos reun¨ªamos los s¨¢bados en nuestras casas amigos comunes, largas tertulias en las que ofrec¨ªa lo mejor de s¨ª- mismo; criterios justos de su raz¨®n sentida, inalterable fidelidad a sus ideales pol¨ªticos y el sano re¨ªr que despertaban sus fraternales iron¨ªas galaicas. Nada hac¨ªa presagiar, aquel hermoso d¨ªa de principios de verano despidi¨¦ndonos hasta el retorno de las vacaciones, que ya no volver¨ªa a formar parte de ellas. Sobre todo, resaltaba su profundo'humanismo, que le llev¨® a una c¨¦lebre pol¨¦mica con Salvador de Madariaga cuando ¨¦ste atac¨® a Unamuno, y su defensa del fil¨®sofo vasco demostr¨® el ideal de humanidad trascendente que le defin¨ªa.
Desde su primera obra, La llaga (1948), novela calificada de socialrealista, aparece su tendencia a llegar a las profundidades de la l¨®gica humana y estudiar al hombre en situaciones dram¨¢ticas. Calle Echegaray (1950) narra la vida de varios amigos y se compar¨® con La colmena de Camilo Jos¨¦ Cela, cuando la diferencia es radical, pues el realismo
de Marcial Su¨¢rez es humanista y nada tiene que ver con el natur¨¢lismo, pintoresco. Estrena Las monedas de Heliog¨¢balo, que obtuvo el Premio Isaac Fraga (1965), obra existencialista que recuerda por sus afinidades dram¨¢ticas al Cal¨ªgula de Albert Camus. "Marcial Su¨¢rez condena la irracionalidad de la tiran¨ªa y la validez de la tiran¨ªa de la raz¨®n en cuanto se enfrenta con el tirano irracional", dijo Carlos S¨¢enz de Robles. En estos personajes, las penas y torturas que sufren contribuyen al triunfo del ideal de una nueva humanidad.El Premio Lope de Vega le, fue otorgado a su obra Dios est¨¢ lejos, t¨ªtulo inspirado en un verso de Antonio Machado, estrenada en el teatro Espa?ol de Madrid el 18 de septiembre de 1987. Obra dram¨¢tica de implacable cr¨ªtica contra una sociedad injusta que deshumaniza, envilece y en la que el hombre es una pura v¨ªctima. Sin embargo, no es una obra de tesis ni discursiva, pues las ideas est¨¢n ligadas al desarrollo de la acci¨®n, y como llamas fulgurantes surgen expresiones definitivas. Por ejemplo, Rosario, la prostituta, cuenta: "Un curita
me dijo una vez: 'La Magdalena era una pecadora y lav¨® los pies de Jes¨²s'; yo le contest¨¦: ella ten¨ªa a Dios al alcance de la mano y yo no". Lorenzo L¨®pez Sancho coment¨® de esta obra: "Marcial Su¨¢rez trabaj¨® con duro cincel su drama", y Eduardo Haro escribi¨® en EL PA¨ªS: 'Excelencia del di¨¢logo apretado y r¨¢pido, ir¨®nico y con voluntad de crear una trama inexpugnable".Vuelve a la novela con el primero y segundo volumen de El agua y el vino, publicados en la colecci¨®n Memoria Rota, Exilios y Heterodoxias, de la editorial Antropos, y fue definida como la novela de la clandestinidad. Es la lucha antifranquista de unos personajes reales que todos conocemos, cuya trayectoria pol¨ªtica se analiza con acierto y profundidad.
Por ¨²ltimo debemos recordar una obra escrita en gallego, O acomodador e outras narracions (1969). Es un espl¨¦ndido conjunto de relatos con ilustraciones del gran pintor Luis Seoane, escritos con humor y ternura hacia unos personajes reales de su Allariz natal, pero a la vez simb¨®licos y representativos de una condici¨®n humana espec¨ªficamente gallega.
Digamos para terminar que fue siempre un militante de izquierda con un compromiso pro
fundo con el esp¨ªritu revolucionario y luch¨® siempre por la transformaci¨®n del mundo y de los hombres, de acuerdo con su ideal de crear una nueva humanidad unida y sin divisiones. Merece tambi¨¦n destacarse que, en su condici¨®n de comunista, fue candidato del Bloque Nacionalista Galego al Parlamento Europeo en 1994.
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