Amplia adhesi¨®n al paro, general contra la pol¨ªtica liberal de Menem
Con altos niveles de adhesi¨®n en los cordones industriales y en las principales ciudades del pa¨ªs, comenz¨® ayer en Argentina la huelga general de 36 horas declarada esta vez por la Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT), con el apoyo de todas las corrientes sindicales y de los partidos pol¨ªticos de la oposici¨®n.Para las cinco de la tarde de hoy en Buenos Aires (las 22.00 horas en la Espa?a peninsular) estaba previsto el comienzo del acto con el que deb¨ªa concluir en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, la sede del Gobierno, la movilizaci¨®n de columnas de trabajadores llegada.s desde todo el pa¨ªs. Los dirigentes sindicales estimaban una asistencia de casi 100.000 personas. El Gobierno no declar¨® ilegal la huelga, pero el presidente Carlos Menem advirti¨® nuevamente que "ni con uno ni con mil paros" van a, modificar el rumbo econ¨®mico del pa¨ªs.
Menem, con el ¨¢nimo recuperado despu¨¦s de lograr finalmente que los legisladores de su propio partido aprobaran en el Parlamento el paquete de medidas econ¨®micas, que consisten b¨¢sicamente en un aumento de impuestos de recaudaci¨®n inmediata para tratar de reducir el d¨¦ficit fiscal, calculado en m¨¢s de 6.000 millones de d¨®lares, calific¨® el paro de "tur¨ªstico" porque hizo un puente con el fin de semana
Rebeli¨®n de la CGT
La CGT, la central sindical peronista que acompa?¨® y sostuvo el plan econ¨®mico de Menem durante siete a?os a costa de perder seg¨²n las encuestas, la confianza de los trabajadores y de soportar divisiones internas y deserciones masivas de dirigentes, trata ahora ?le recomponer apresuradamente sus fuerzas para enfrentar la ¨²ltima y decisiva embestida contra el r¨¦gimen de relaciones laborales vigente.Los proyectos de ley, presentados por Menem como medidas necesarias para lograr la llamada "flexibilizaci¨®n laboral" que, seg¨²n el Gobierno, eliminar¨¢ el empleo negro, la evasi¨®n de impuestos y crear¨¢ casi m¨¢gicamente "miles de puestos de trabajo", modificar¨ªan sustancialmente -de ser aprobados en el Parlamento- las principales conquistas (te los trabajadores que legitim¨® el peronismo en los a?os cuarenta.
Los principales dirigentes de la CGT parecen haber comprendido ahora que estos proyectos de ley, que Menem amenaza aprobar por (decreto si son rechazados en el Congreso, afectan a la base del poder sindical. A tal punto se han revuelto las alianzas pol¨ªticas ne Argentina que, as¨ª como el Gobierno peronista de Menem es s¨®lidamente apoyado por los grupos econ¨®micos y por los sectores liberales que en otros tiempos fueron sus principales enemigos, los dirigentes de la CGT entraron el mi¨¦rcoles por primera vez a la sede de la Uni¨®n C¨ªvica Radical, el principal partido de la oposici¨®n y al que combatieron con 14 huelgas generales, entre 1983 y 1989, cuando el presidente argentino era Ra¨²l Alfons¨ªn.
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