El Valencia remonta el vuelo
Romario marc¨® dos de los goles que recibi¨® el Compostela
El Valencia comienza a remontar el vuelo en la Liga aunque ayer consigui¨® una victoria abultada pero enga?osa en un partido raro, donde pas¨® muchas dificultades que resolvi¨® en un final de traca con Romario marcando goles ante un improvisado guardameta, Mauro, colocado en la porter¨ªa del Compostela. La impresi¨®n es que Luis todav¨ªa no tiene a punto la m¨¢quina casi perfecta que roz¨® el t¨ªtulo en el final de la pasada temporada. Los tres puntos conseguidos ayer pueden darle tranquilidad para conseguirlo.
A pesar de la efectividad de Romario, el partido lo salv¨® para el Valencia la manopla de Zubizarreta. El portero internacional complet¨® su semana grande con una actuaci¨®n decisiva que permiti¨® a su equipo no situarse con desventaja en el marcador. Penev todav¨ªa debe estar pregunt¨¢ndose c¨®mo pudo sacarle Zubizarreta dos balones claros de gol que pudieron cambiar el partido.
La actuaci¨®n del portero internacional dio ayer realce al puesto de guardameta. Los aficionados del Compostela saben muy bien cuales pueden ser las funestas consecuencias de no contar con un portero de garant¨ªa. Ayer se estrenaba Fernando en este puesto ante la afici¨®n local y acab¨® expulsado. El destronado Falag¨¢n volver¨¢ a la porter¨ªa del Compostela en el pr¨®ximo partido, pero seguramente el problema todav¨ªa no estar¨¢ solucionado.
Los dos equipos eligieron desde el principio acortar el campo y jugar con las defensas muy adelantadas. Muchas veces esta t¨¢ctica permite un juego brillante con muchas ocasiones de gol, pero esta vez no fue as¨ª. Nadie se paraba a pensar con el bal¨®n en los pies y el resultado fue media hora de juego insulso en la que el ¨²nico inter¨¦s se reduc¨ªa a adivinar si los jueces de l¨ªnea iban a dejar de levantar el bander¨ªn en alguna ocasi¨®n, para que los delanteros pudieran acercarse a la porter¨ªa.
El Valencia no se encontraba c¨®modo. Fernando, el mejor suministrador de asistencias del equipo, no encontraba su sitio y apenas tocaba el bal¨®n que casi siempre volaba por encima de su cabeza en busca de Romario. El brasile?o se esforzaba m¨¢s de lo que acostumbra, pero apenas ten¨ªa ocasiones de ensayar el uno contra uno con la defensa contraria. Siempre le llegaba el bal¨®n desde muy atr¨¢s y cuando pod¨ªa controlarlo nunca encontraba, un compa?ero para tirar la pared. El mayor peligro del Valencia acab¨® llegando con la banda izquierda con las buenas penetraciones de Sietes, que raramente hallaban un rematador.
A la media hora de juego el Compostela comprendi¨® que el rival que ten¨ªa en frente no era tan fiero y comenz¨® a asomarse a la porter¨ªa de Zubizarreta. El resultado fue aterrador para el Valencia. En apenas tres minutos el Compostela cont¨® con dos ocasiones pintiparadas para adelantarse en el marcador. Un bal¨®n controlado en el ¨¢rea por un delantero sin oposici¨®n de defensas puede ser sin¨®nimo de gol, pero en ambas ocasiones apareci¨® un Zubizarreta majestuoso que impidi¨® a Penev y Jos¨¦ Ram¨®n conseguir el tanto. El h¨¦roe de M¨²nich volvi¨® a salvar de un apuro a su equipo.
El ritmo del partido cambi¨® por completo en la segunda parte. Moya apareci¨® y puso en ventaja al Valencia en la primera jugada en la que llegaba con aut¨¦ntico peligr¨® a la porter¨ªa de Fernando. A partir de ese momento el Compostela dej¨® a un lado la especulaci¨®n y se lanz¨® decidido en busca del empate. Pero el Valencia ya ten¨ªa el partido donde m¨¢s le gustaba y pod¨ªa dedicarse a guardar su porter¨ªa y buscar la sentencia en el contraataque. A pesar de todo a Luis no le gustaba lo que estaba viendo y decidi¨® reorganizar sus l¨ªneas. Dos de las piezas claves, Fernando y Moya, acabaron en el banquillo.
La ¨²ltima oportunidad para el Compostela de poner en apuros a su rival lleg¨® en un cabezazo a bocajarro de Penev que Zubizarreta envi¨® a c¨®rner magistralmente. El partido real se acab¨® ah¨ª, s¨®lo quedaba asistir al show particular de Romario.
El brasile?o provoc¨® la expulsi¨®n de Fernando cuando ¨¦ste toc¨® el bal¨®n con las manos para evitar que Romario le hiciese un sombrero. Mauro tuvo que colocarse bajo los palos y acab¨® encajando dos goles de Romario.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.