"Siempre hay parte de nosotros mismos en los personajes"
Si le gusta un director no se molesta en leer el gui¨®n. Daniel Auteuil (Argel, 1950), al que la cr¨ªtica considera como el primer actor franc¨¦s, ni siquiera recuerda bien el t¨ªtulo -"Creo que es El rey sueco sobre una bicicleta azul un viernes por la tarde"-, pero ya ha decidido que rodar¨¢ con Emir Kusturica. "Es uno de los pocos directores que hace pel¨ªculas po¨¦ticas sin que resulten empalagosas", dice al referirse al creador de, Underground.El argumento es importante, porque sirve para expresar cosas que a ¨¦l le gustar¨ªa decir, pero lo que finalmente le decide a participar en una pel¨ªcula es el nombre del realizador. "Tiene que ser alguien a quien admire y cuyo trabajo me aporte cosas, una persona con la que poder entablar una amistad", argumenta Auteuil, quien define la amistad como "el inter¨¦s de cada uno bien comprendido".
?sa fue la relaci¨®n que estableci¨® con el escen¨®grafo franc¨¦s Patrice Ch¨¦reau, con el que trabaj¨® en La reina Margot: "Es una persona con la que me fascina ser espectador. Dirige en todos los idiomas posibles e imprime en los rodajes un movimiento perpetuo. Creo que el resultado final fue m¨®rbido, sensual, exuberante y desmesurado".
Con m¨¢s de cuarenta pel¨ªculas en su curr¨ªculo, Auteuil es uno de esos actores que siempre que puede se escapa del cine para volver al teatro. En los ¨²ltimos cuatro a?os se ha subido a distintos escenarios para interpretar Wozzeck; Un hombre exprimido, de Bernard-Sartreau, y Les Fourberies de Scarpin, de Moli¨¦re. A su juicio, el teatro en Francia goza de buena salud, gracias a la aparici¨®n de autores y a la irrupci¨®n en escena de actores de cine. Auteuil culpa de la p¨¦rdida de espectadores del teatro a la uniformidad que invade Europa, donde "desde Madrid a Par¨ªs, pasando por Berl¨ªn, se representan las mismas obras".
Hasta ahora siempre hab¨ªa preferido el teatro por encima del cine, pero la situaci¨®n actual es la inversa. "Hay muchos papeles hist¨®ricos que me gustar¨ªa interpretar sobre un escenario, pero si fueron escritos hace cien a?os bien pueden seguir esperando otro momento", argumenta el actor franc¨¦s para justificar su abandono. El cine le da la posibilidad de expresar cosas m¨¢s cotidianas y en el teatro se arriesga a interpretar un papel para diez espectadores. "En este momento prefiero que mi obra sea vista por m¨¢s gente, pero no por ello voy a hacer concesiones".
Naturalidad
Auteuil, de 46 a?os, es de esos tipos que se comportan con, absoluta naturalidad. En Francia es una instituci¨®n, pero su comportamiento no es para nada el de un divo. Su f¨ªsico, flaco, enjuto y no muy alto, le ayuda a pasar inadvertido. Lleva un traje gris, sobre un polo negro, adorna uno de sus dedos me?iques con un antiguo sello de oro y no para de fumar.El octavo d¨ªa, pel¨ªcula por la que gan¨® el premio de la interpretaci¨®n en el Festival de Cine de Cannes, se estrena en Espa?a el pr¨®ximo d¨ªa 18. En el filme, que refleja el choque entre el mundo considerado normal y el de los que Viven con el s¨ªndrome de Down, interpreta a Harry, uno de esos h¨¦roes modernos, que se comportan como tiburones en el trabajo y que carecen de vida privada. "Siempre hay u?a parte de nosotros mismos en los personajes que interpretamos y no s¨®lo la parte que nosotros ponemos. Normalmente busco en el gui¨®n algo que tenga que ver, conmigo, lo m¨ªnimo, un hilo del que tirar del personaje para tratar de acercarme a ¨¦l".
Con el protagonista de El octavo d¨ªa coincide en la falta de exactitud a la hora de mantener, una cita. Pero Auteuil, que es padre de dos hijas de 14 y 4 a?os, nunca olvidar¨ªa, como le sucede a su personaje, por muchas reuniones que tenga, que sus hijas le esperan en la estaci¨®n: "Me morir¨ªa", dice retorci¨¦ndose en el asiento.
El protagonista de pel¨ªculas, como Un coraz¨®n en invierno, La reina Margot y Los amores de una muier francesa nacio en Argel por casualidad. Sus padres eran artistas y se encontraban en ese momento en la capital argelina. De aquella ¨¦poca recuerda pocas cosas, pero reconoce que el Mediterr¨¢neo le dej¨® huella: "Ahora s¨¦ por qu¨¦ me quedo mirando el mar extasiado.
Reciente separaci¨®n
No quiere hablar de su reciente divorcio de Emmanuelle B¨¦art. "Millones de personas se divorcian" o "eso ya es el pasado, no es noticia", son los argumentos que utiliza para escabullirse sobre su relaci¨®n con la musa del cine franc¨¦s, con la que ha compartido cartel en m¨¢s de una ocasi¨®n. Cuando, se le pregunta si comparte las ideas pol¨ªticas de su ex esposa, que fue detenida el pasado mes de septiembre en la iglesia de Saint-Bernard junto a un grupo de inmigrantes africanos, responde: "No se viven 12 a?os con una. persona si no se comparten sus ideas y sus ideales".Les voleurs (Los ladrones), la pel¨ªcula de Andr¨¦ T¨¦chin¨¦ en la que interpreta a un polic¨ªa y que se present¨® al pasado Festival de Cannes, todav¨ªa no se ha estrenado en Espa?a. No es de los que creen en el proteccionismo del cine franc¨¦s. "Eso no existe, es mas bien lo contrario", dice. "Los actores nos sentimos desprotegidos, sin preservativo. Los ¨²nicos que tienen protecci¨®n son los americanos. Las pel¨ªculas francesas, lo mismo que las espa?olas, cuando llegan a Estados Unidos no se doblan, se subtitulan. Creo que nos siguen considerando productos ex¨®ticos, justo lo contrario de lo que hemos hecho nosotros, que hemos abierto las puertas a todo ¨¦l mundo". Como defensa ante la desigual situaci¨®n, el actor franc¨¦s propone que nos aferremos al cartel de producto ex¨®tico, como medio para seguir siendo nosotros mismos y mantener nuestra idiosincrasia: "No s¨®lo Tom Cruise es un gran actor".
Babelia
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