Mendicidad y mala conciencia

Ya lo dice el refranero popular que, en materia de experiencia de la vida, resulta juicioso: "No hay peor ciego que el que no quiere ver".Esto viene a cuento por la desaz¨®n que en mi ¨¢nimo han producido las declaraciones de Jos¨¦ Luis Montes Tall¨®n (escr¨ªbase con todas sus letras para que el mundo quede enterado), presidente de la Conferencia Empresarial de la provincia de Alicante, en el sentido de que hay que limpiar esta ciudad de mendigos y basura.

S¨ª, ha le¨ªdo usted bien, no s¨®lo dice nuestro ilustre caballero que hay que limpiar la ciudad de pobreza que ellos en muchos casos han generado, de mendicidad, sino que lo hace adem¨¢s, y esto es alevos¨ªa, equiparando a las personas con la basura, y adorn¨¢ndolo todo ello con otra serie de lindezas similares.

Cuando veo cosas as¨ª, mi confianza en el g¨¦nero humano salta dinamitada por los aires, sacudida hasta lo m¨¢s profundo de sus cimientos. ?Claro, hombre, claro! Resulta molesto

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estar viendo el detritus de la mala limpieza que hemos hecho en nuestros negocios para obtener m¨¢s beneficios, sobre todo si este detritus tiene la desverg¨¹enza de pasear por delante de la puerta de nuestra confortable casa y recordarnos alguna que otra vez, incluso cuando disfrutamos de una cerveza en una terraza, que tiene hambre pidi¨¦ndonos limosna.

No obstante, le dir¨¦, se?or Montes, que si uno tiene la conciencia tranquila en este tema, resulta m¨¢s llevadero, aunque irritante por lo injusto, ver la mendicidad que otros generan. Lo malo resulta cuando no tenemos ni conciencia, porque ¨¦sta se nos fue por el desag¨¹e en la ¨²ltima limpieza que hicimos del negocio.

Y volviendo al refranero espa?ol, ah¨ª va otro m¨¢s para apostillar a este ciego por conveniencia ahora que se lamenta neciamente de algo que era obvio que ¨¦l, entre otros, estaba contribuyendo a crear: "Aquellos pol vos trajeron estos lodos".-