La rebeli¨®n de los curas rojos

Dos sacerdotes comunistas y uno socialista han revolucionado la campana electoral en Madeira, isla situada a unos 1.000 kil¨®metros al suroeste de Lisboa y feudo tradicional del Partido Social Dem¨®crata (PSD), que ostenta el poder absoluto en la isla desde la revoluci¨®n de los claveles. Los padres rojos han decidido combatir "las desigualdades" que sufre la poblaci¨®n y "los abusos" protagonizados por el actual presidente regional, Alberto Jo¨¢o Jardim, tras 18 a?os en el poder en "claro concubinato pol¨ªtico con la jerarqu¨ªa de la Iglesia". Sus candidaturas han provocado un enfrentamiento entre los p¨¢rrocos de la isla y han disparado las iras del obispo de Funchal. Teodoro de Faria ha advertido, en plena campa?a, que "los cristianos conscientes no deben votarles".Los sacerdotes rebeldes reconocen que el PSI) volver¨¢ a ganar las elecciones regionales del pr¨®ximo d¨ªa 13, pero aspiran a limar esa mayor¨ªa absoluta que, a su juicio, ha provocado situaciones de enorme injusticia. Su estrategia consiste en informar a la gente de los graves problemas que sufre la regi¨®n: paro, analfabetismo y miseria en las poblaciones rurales.

La primera "oveja negra del reba?o de Dios", en palabras del obispo, es el padre Edgar Silva, madeirense de 33 a?os, primer candidato a la Asamblea regional por la coalici¨®n comunista CDU. Alineado con las posturas de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n y fundador del movimiento internacional-cat¨®lico de ayuda a las crin?as da r¨²a, el padre Silva lucha contra lo que llama la democratura, "expresi¨®n que usan mis amigos de Am¨¦rica del Sur, donde es habitual que, por debajo de una aparente estructura democr¨¢tica, se escondan situaciones de discriminaci¨®n y de intolerancia que apuntan hacia tendencias totalitarias".

No tiene dudas de la victoria del PSD, pero afirma que "bastar¨¢ con conseguir algo m¨¢s de lo que tenemos ahora (un diputado) para marcar diferencias. Tres diputados del CDU hacen un trabajo mucho m¨¢s eficaz en defensa del pueblo que 50 del PSD". Son objetivos humildes que podr¨ªan ampliarse si la jerarqu¨ªa de la Iglesia no planteara una frontal oposici¨®n a los sacerdotes que han decidido saltar a la arena pol¨ªtica. "El pueblo", dice Silva, "nos recibe con temor porque el PSD y la c¨²pula de la Iglesia han conseguido un fruto de muchos a?os de trabajo consistente en estigmatizar a la izquierda; hay un discurso peligros¨ªsimo que asocia a la izquierda y al comunismo en particular con lo demoniaco, con lo sat¨¢nico".

El hecho de que la oposici¨®n est¨¦ encabezada por sacerdotes tiene una explicaci¨®n clara a juicio del padre Silva: "Est¨¢ directamente relacionado con la historia de Made¨ªra. La sangre que corre por nuestras venas es una sangre profundamente esclava. Nuestra ascendencia procede de los esclavos de la ca?a de az¨²car, de algunos forajidos, de deportados y presos. Tuvimos un sistema de explotaci¨®n de la tierra muy similar al feud¨¢l, de esclavitud profunda. De ah¨ª surge la rebeld¨ªa frente a los que se enriquecieron a costa de la esclavos. Y resulta que algunos de esos acontecimientos fueron protagonizados por sacerdotes".

Sin embargo, la jerarqu¨ªa de la Iglesia se instal¨® en el poder y ha apoyado todos estos a?os al PSDI a juicio del padre Mario Tavares, ¨²nico diputado por la CDU y candidato n¨²mero dos en las listas detr¨¢s de Silva. El antiguo p¨¢rroco de S¨¢o Tiago, ahora trasladado a la C¨¢mara de Lobos, explica que desde hace veinte a?os "la c¨²pula de la Iglesia no dej¨® de tener una actitud servil para con el Gobierno del que pas¨® a recibir constantes subsidios". El a?o pasado la Iglesia de Madeira recibi¨® del gobierno regional 320 millones de pesetas en subvenciones.

Por su lado, el padre Martins Junior, candidato socialista, reclama una "nueva autonom¨ªa para la isla". Ex diputado de la UDP(coalici¨®n de extrema izquierda) y suspendido ad divinis por el obispo de Madeira, el padre Martins, de 58 a?os, es considerado el primer rebelde. No acept¨® su suspensi¨®n "unilateral" porque ni siquiera fue escuchado y contin¨²a su actividad como p¨¢rroco en Ribeira Seca y su campa?a pol¨ªtica en Machico, una de las poblaciones con mayor ¨ªndice de pobreza.

El padre Martins considera urgente modificar el equilibrio de fuerzas en la isla porque la ¨²nica autonom¨ªa que existe comienza y acaba en la Quinta Vig¨ªa" (residencia oficial del presidente regional) y su pol¨ªtica "margina a las personas y, asfixia el poder local".

Ninguno de los tres sacerdotes teme las represalias eclesi¨¢sticas.