Un libro re¨²ne las conferencias in¨¦ditas de Ortega y Gasset en Argentina
'Meditaci¨®n de nuestro tiempo' anticipa sus obras b¨¢sicas
Seg¨²n cont¨® ayer Jos¨¦ Ortega Spottorno, su padre -Jos¨¦ Ortega y Gasset- "alcanz¨® valor" para su abuelo, -Ortega Munilla- durante un viaje a Buenos Aires en 1916. El fil¨®sofo ten¨ªa 33 a?os y lo sucedido durante la estancia convenci¨® definitivamente al que fue director de El Imparcial de que su hijo val¨ªa. "Los locales donde habl¨® estaban tan llenos de gente que hubo incluso problemas de tr¨¢fico en la ciudad" explica Spottorno. Ahora, aquellas conferencias y otras posteriores -de1928- han sido reunidas por primera vez en un libro, Meditaci¨®n de nuestro tiempo (Fondo de Cultura Econ¨®mica), presentado ayer en Madrid.
El volumen ha sido editado por el profesor Jos¨¦ Luis Molinuievo, que present¨® el acto, celebrado en la Casa de Am¨¦rica, junto a Jos¨¦ Ortega Spottorno; el director general del libro, Fernando Rodr¨ªguez Lafuente, y el embajador argentino, Guillermo Jacovella. Para el profesor salmantino, entre Argentina y Ortega existe una deuda com¨²n: "El pa¨ªs le acogi¨® siempre con cari?o, pero ¨¦l dio mucho. En 1916, llev¨® toda la informaci¨®n del pensamiento europeo, que acababa de aprender en Alemania; en el 28, era un gran fil¨®sofo, conocido como 'el or¨¢culo de nuestro tiempo', y en el 40 emprendi¨® lo que llam¨® la segunda navegaci¨®n, en plena crisis del pensamiento occidental".En opini¨®n de Jos¨¦ Ortega Spottorno, que naci¨® durante el primero de los viajes "recib¨ª por cable los primeros besos de mi padre", la relaci¨®n del autor de La Espa?a invertebrada con Argentina fue muy intensa: "Le interesaron siempre mucho Argentina y las argentinas. Dec¨ªa que all¨ª hab¨ªa un p¨²blico muy sensible, se sent¨ªa querido. Hasta que fue, en 1939, emigrado y sin un duro. Aquel viaje dur¨® tres a?os luego volvi¨® a residir en Portugal- y le gust¨® menos que los otros. Por eso acu?¨® aquella frase que dec¨ªa que a Argentina hab¨ªa que ir con el billete de vuelta en la solapa, para que supieran que uno no se iba a quedar".
Molinuevo record¨® que Ortega escribi¨® muchas claves de su pensamiento con motivo de sus visitas a Argentina: "Cuando volvi¨® all¨ª por ¨²ltima vez ech¨® la vista atr¨¢s y record¨® que en su primer viaje expuso por primera vez su filosof¨ªa de una forma sistem¨¢tica. Fue entonces cuando dijo que el tema de nuestro tiempo era la superaci¨®n del idealismo y la necesidad de volver a la vida, la reivindicaci¨®n de la vida como aventura".
Seg¨²n Molinuevo, en 1916 Ortega propugn¨®, con el ¨¦xito de p¨²blico que recordaba ayer Jos¨¦ Ortega Spottorno, "la regeneraci¨®n ¨¦tica que hab¨ªa fracasado en Espa?a en 1914", pero son m¨¢s importantes a¨²n sus cursos de 1928. Ortega habla, invitado por Beb¨¦ Sensinena de Elizalde -"una mujer que le cuid¨® mucho all¨ª", seg¨²n record¨® ayer Spottorno-, ante la Asociaci¨®n de Amigos del Arte: "Introduce conceptos sobre la nueva sensibilidad del siglo XX, al que define como el tiempo de los j¨®venes y las masas", explica Molinuevo. Y propone un nuevo humanismo, el sentido est¨¦tico de la vida frente al sentido tr¨¢gico, una vida tensa y trascendente pero no dram¨¢tica: "Eso distancia a Ortega de Miguel de Unamuno, del nihilismo, de la angustia, de todo tipo de pensamiento negativo; como el Goethe mediterr¨¢neo, pide luz, m¨¢s luz", dice Molinuevo.
La modernidad
Adem¨¢s, Ortega anticipa el pensamiento de dos de sus libros m¨¢s importantes, La rebeli¨®n de las masas y ?Qu¨¦ es filosof¨ªa? "Anuncia que es preciso vertebrar aristocr¨¢ticamente la sociedad, pero no de una forma clasista, sino haciendo que los valores de la excelencia se desarrollen en las masas. Para ¨¦l, est¨¦tica es igual a sensibilidad solidaria. Ortega dice que lo importante no es la vida que se lleve, sino c¨®mo se lleve. El quiere una vida de reflexi¨®n, de placer inteligente, sin renunciar a nada. La raz¨®n vital es lo que la vida piense de la raz¨®n, no al rev¨¦s".Cuando regresa a Espa?a en el a?o 1929, el fil¨®sofo se despide de su c¨¢tedra, en solidaridad con los estudiantes y en contra del, Gobierno de Primo de Rivera: "Es la demostraci¨®n de lo que propugna: debe haber una revoluci¨®n est¨¦tica, s¨ª, pero tambi¨¦n una ¨¦tica de la responsabilidad".
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