El contraataque del Masud estabiliza el frente en la guerra afgana
La guerra se estanca un poco m¨¢s en Afganist¨¢n. Lleva atascada a?os, como para que se solucione en dos semanas. Las tropas del general Ahmed Shah Masud, el jefe del Ej¨¦rcito del derrocado Gobierno, atacaron ayer a la guerrilla talib¨¢n por varios flancos del frente al norte de Kabul. Las huestes de Masud emplearon su artiller¨ªa contra una base a¨¦rea que se encuentra a 50 kil¨®metros de la capital afgana y conquistaron Jebal os-Siraj, localidad estrat¨¦gica a unos 80 kil¨®metros de Kabul. Pero ni unos ni otros tienen el suficiente poder para derrotar al contrario.
Los talibanes poseen centenares de todoterrenos, carros de combate, blindados, lanzacohetes, algunos helic¨®pteros y aviones a reacci¨®n, que ayer sobrevolaron Kabul en direcci¨®n al frente; pero les falta el car¨¢cter correoso de los muyaidines de Masud, que luchan junto a vecinos de estas aldeas de la ¨¢rida monta?a en terreno propio. Los de Masud, en cambio, carecen del amplio dominio territorial los talibanes y las rutas neur¨¢lgicas de abastecimiento de ¨¦stos (due?os por ahora de tres cuartas partes de Afganist¨¢n).
Tregua natural
Deben contentarse con sacar partido a su terru?o monta?oso, a la simpat¨ªa local y su aclimataci¨®n a las alturas de unas monta?as ¨¢speras atravesadas de recovecos donde dentro de unas pocas semanas, tres o cuatro a sumo, las nevadas del invierno implantar¨¢n por s¨ª solas una tregua natural. En invierno, retirada a los cuarteles.Si en estas semanas ni los talibanes ni los de Masud consiguen romper las posiciones enemigas lo cual parece sumamente improbable, tomando el ejemplo que ellos mismos dieron en la guerra contra el invasor sovi¨¦tico y lucha luego entre las facciones islamistas tras la revoluci¨®n isl¨¢mica de 1992, el final de la guerra habr¨¢ que posponerlo para la ¨¦poca de deshielo, dentro de varios meses.
"En Europa la gente no sabe vivir sin paz. Aqu¨ª parece que gente no sabe vivir sin guerra dec¨ªa Mohamed, un m¨¦dico afgano en Kabul, escuchando explosiones y disparos que durante la ma?ana retumbaron en la atm¨®sfera de la capital. Con la noticia de que los combates ya hab¨ªan acercado a poblacione 30 kil¨®metros al norte de la capital, esos disparos hicieron temer lo peor. Luego result¨® que eran los propios talibanes los que estaban probando sus balas explosivas y sus Kal¨¢shnikov.
Los combates continuaban un d¨ªa m¨¢s en las calles de las afueras de Charikar, una poblaci¨®n en la carretera que enlaza el sur y el norte del pa¨ªs. Los milicianos talibanes, tan campechanos e indisciplinados por lo general, est¨¢n visiblemente nerviosos en estos ¨²ltimos d¨ªas. Los jefes militares talibanes han enviado numerosos carros de combate soldados al frente, en un ¨²ltimo intento ya no tanto de derrotar a los guerrilleros de Masud y sus colaboradores vecinales como de tratar de contener sus ataques imprevisibles.
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