Una masiva falsificaci¨®n de entradas caus¨® la tragedia
La polic¨ªa detuvo a cinco personas con m¨¢s de 7.000 localidades manipuladas
Guatemala se despert¨® ayer con la peor pesadilla que se recuerda en el ¨¢mbito deportivo. En los ¨²ltimos 36 a?os el pa¨ªs no hab¨ªa vivido tan intensamente un partido de f¨²tbol como el que enfrentaba a las selecciones de Guatemala y Costa Rica. Para los guatemaltecos vencer a Costa Rica significaba un paso firme para el Mundial de Francia, privilegio no alcanzado hasta ahora. Con un aforo de 45.000 personas, el estadio Mateo Flores se encontraba completamente abarrotado a las cuatro de la tarde (doce de la noche, hora peninsular espa?ola), mientras que frente a las puertas de entrada del escenario deportivo miles de aficionados, boleto en mano, exig¨ªan entrar a los grader¨ªos. Una falsificaci¨®n masiva de boletos, seg¨²n la polic¨ªa fue la causa de la tragedia. En los alrededores del estadio se detuvieron a cinco a las que se incautaron 7.000 entradas falsas.A pesar de que la actitud de la gente era mayoritariamente pac¨ªfica, el disgusto entre los frustrados hinchas -muchos de ellos hab¨ªan viajado desde Costa Rica para animar a sus jugadores- resultaba evidente al no poder acceder al estadio.
Cuando faltaba menos de media hora para que se iniciara el encuentro, un grupo de aficionados que forcejeaba para que les abrieran una de las puertas de ingreso al sector sur del estadio, donde est¨¢n colocadas las plazas m¨¢s baratas, ejerci¨® tal presi¨®n que la puerta cedi¨® y un aut¨¦ntico alud humano cay¨® sobre los aficionados que ya se encontraban sentados en los grader¨ªos del estadio.
Lo que sucedi¨® a partir de ese momento es indescriptible. Presas del p¨¢nico, muchas personas -sobre todo, aquellas que hab¨ªan llegado al estadio en compa?¨ªa de sus hijos- quisieron huir y proteger a sus peque?os, lo que aument¨® el n¨²mero de v¨ªctimas. Parte de la malla que separa los grader¨ªos cedi¨® y eso permiti¨® que algunos salvaran la vida, pero otros -hasta 79- quedaron atrapados y fallecieron.
Miles de personas, entre las que se encontraban los presidentes de Costa Rica, Jos¨¦ Mar¨ªa Figueres, y de Guatemala, Alvaro Arz¨² Irigoyen, observaban impotentes la tragedia. Los aficionados que portaban sus tel¨¦fonos m¨®viles dieron la se?al de alerta al exterior.
Los muertos empezaron a apilarse en la pista de atletismo que rodea la cancha de f¨²tbol, mientras que docenas de ambulancias recog¨ªan a los heridos para trasladarlos a los hospitales, cuya capacidad fue ampliamente desbordada por el n¨²mero de lesionados que llegaron.
Mientras tanto, centenares de personas que sab¨ªan que sus familiares hab¨ªan asistido al estadio para presenciar el encuentro de f¨²tbol se agrupaban en las entradas de las emergencias de los centros hospitalarios, interrumpiendo la labor de m¨¦dicos y socorristas. Muchos de los cad¨¢veres, algunos ni?os y varios adolescentes, permanec¨ªan ayer en la morgue porque no hab¨ªan podido ser identificados por sus familiares.
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