Clinton destituye a un dirigente de su campa?a por recaudar fondos electorales sospechosos

El Partido Dem¨®crata de EE UU ha destituido de su cargo a un alto funcionario conectado a la recaudaci¨®n sospechosa, y posiblemente ilegal, de fondos para la campa?a de Bill Clinton. Este incidente ha dado al candidato republicano, Bob Dole, nuevas armas para denunciar la corrupci¨®n del Gobierno, y le ha a?adido algunas gotas de emoci¨®n a la campa?a electoral. Pero parece poco probable que pueda llegar a cambiar el rumbo victorioso del actual presidente.

El Comit¨¦ Nacional del Partido dem¨®crata anunci¨® el viernes por la noche que John Huang dejar¨¢ su labor de recaudaci¨®n de dinero y se dedicar¨¢ a colaborar con la Comisi¨®n Electoral Federal en la investigaci¨®n de las denuncias de ilegalidad sobre tres diferentes casos en los que el propio Huang estaba implicado:- La donaci¨®n de m¨¢s de 400.000 d¨®lares (unos 50 millones de pesetas) por parte de la familia Riady, de Indonesia.

- La contribuci¨®n de 50.000 d¨®lares de un millonario de Corea del Sur.

- La recaudaci¨®n de m¨¢s de 50.000 d¨®lares en un templo budista de Los ?ngeles. En un discurso radiof¨®nico, Dole declar¨® que "existe un vac¨ªo ¨¦tico en el coraz¨®n de esta Administraci¨®n, que est¨¢ siendo ocupado por el dinero pol¨ªtico extranjero". El presidente Clinton sigue sin pronunciarse personalmente sobre esas denuncias. Pero el portavoz de su campa?a, Joe Lockhart, contratac¨® ayer con una declaraci¨®n en la que advert¨ªa que "si Dole quiere hablar sobre lavado de dinero en las campa?as tiene que mirar hacia sus mismos colaboradores".

El Partido Dem¨®crata admiti¨®, sin embargo, que pueden haberse presentado algunos problemas en su campa?a, e invit¨® a la Comisi¨®n Federal Electoral a que busque cualquier "prueba cre¨ªble" de ilegalidad en su recaudaci¨®n de fondos electorales.

Dinero devuelto

De los tres casos surgidos en los ¨²ltimos d¨ªas, s¨®lo en uno parece haber pruebas de ilegalidad, el del templo budista. En el caso del surcoreano, el dinero fue devuelto cuando la donaci¨®n apareci¨® en la prensa y, por tanto, el Partido Dem¨®crata est¨¢ libre de culpa, aunque no de sospecha.La conexi¨®n indonesia, el caso m¨¢s explosivo de todos, tanto por el volumen de la donaci¨®n como por tratarse de amigos personales de Clinton, puede costar meses de investigaci¨®n para encontrar algo ilegal, si es que existiese. Hasta donde se sabe, lo que ha ocurrido ha sido la entrega de dinero a un partido pol¨ªtico por parte de un ciudadano, de origen extranjero, pero legalmente establecido como residente en EE UU, James Riady. Nada ilegal en eso. Aunque la relaci¨®n, desde luego, es sospechosa, sobre todo si se recuerda que ese ciudadano indonesio contrat¨® en EE UU a un amigo de Clinton que hab¨ªa tenido que ser despedido de la Casa Blanca por su vinculaci¨®n al esc¨¢ndalo Whitewater. John Huang, el funcionario dem¨®crata destituido el viernes, tambi¨¦n fue empleado de la firma de Riady, Lippo.

Donde parece haber signos claros de actuaci¨®n indebida es en la recaudaci¨®n hecha en el templo budista de Los ?ngeles. Ya han aparecido alguna pruebas en los medios de comunicaci¨®n sobre una persona que hizo su contribuci¨®n en nombre de otros y sobre un empresario de Taiwan, con residencia en ese pa¨ªs, no en EE UU, que aport¨® un cheque. Ambas situaciones son ilegales de acuerdo a las leyes norteamericanas, aunque en ambos casos las cantidades eran s¨®lo de 5.000 d¨®lares. El Partido Dem¨®crata ha aceptado ya devolver 15.000, d¨®lares recogidos en el templo. Pero ha asegurado que no devolver¨¢ los 140.000 d¨®lares que los monjes budistas, que tienen voto de pobreza, hab¨ªan recaudado entre sus fieles.

El Partido Republicano considera que el templo budista ha sido utilizado como una mera pantalla para lavar dinero electoral que los extranjeros -en ese caso taiwaneses- no pueden entregar directamente.

La investigaci¨®n de la comisi¨®n electoral puede costar varias semanas, por lo que sus conclusiones dif¨ªcilmente llegar¨¢n antes de la votaci¨®n del 5 de noviembre. En todo caso, como en esc¨¢ndalos anteriores, en ¨¦ste de las donaciones parece existir una mezcla de verdades y mentiras que vuelve a poner en duda la confiabilidad del presidente.