Fernando Santos mide la paciencia de Bala¨ªdos

El tedio se ha instalado en Bala¨ªdos. El mejor Celta de los ¨²ltimos a?os sigue forjando uno de los comienzos de temporada m¨¢s decepcionantes que se le recuerdan en su historia reciente. Al Racing, un equipo mucho menos ambicioso de lo que se mostr¨® en las citas ante equipos con aspiraciones, le fue suficiente con proteger bien a Ceballos y confiar en la inspiraci¨®n de alg¨²n contraataque para clavar una nueva espina en el coraz¨®n de Bala¨ªdos, un campo anta?o inexpugnable. Esta temporada el Celta, en su estadio, los puntos los suma de uno en uno.Fernando Santos, el preparador vigu¨¦s, propuso un debate escasamente alentador. Y puede salir malparado por ello. Satisfecho con la leve mejor¨ªa que el bloque del a?o pasado logr¨® en los ¨²ltimos partidos, su apuesta por la continuidad la llev¨® al extremo. Ni Mostovoi, ni Chemo del Solar ni Revivo, tres de las novedades m¨¢s llamativas de este curso, estuvieron en el equipo titular. Fue un once al estilo del curso anterior, pero que juega muy por debajo del nivel que alcanz¨® entonces.

Mostovoi, castigado

Los primeros 45 minutos se los pas¨® la grada comentando detalles como la ausencia de Mostovoi, ya que el f¨²tbol no daba para m¨¢s. Santos ha tomado una de las decisiones que m¨¢s suelen desgastar las carreras de los entrenadores: castigar con banquillo a uno de los jugadores que Bala¨ªdos tiene m¨¢s ganas de observar. Recientemente recuperado de una lesi¨®n, el internacional ruso no le ha demostrado al t¨¦cnico suficiente motivaci¨®n como para ganarse el puesto. El nulo espect¨¢culo de la primera mitad favoreci¨® que se extendiese la opini¨®n de que el Celta est¨¢ tratando injustamente a sus hombres m¨¢s importantes.Los cambios parecieron dar la raz¨®n al sector cr¨ªtico con el t¨¦cnico, que aumenta d¨ªa a d¨ªa. Inici¨® el Celta la segunda mitad con Mostovoi y Revivo y el equipo tuvo otro aspecto. Tanto apret¨® que, transcurrido un cuarto de hora, un bal¨®n instalado por el israel¨ª en la zona m¨¢s peligrosa del ¨¢rea lo empuj¨® Alvaro en propia puerta.

Los vigueses vivieron entonces unos minutos al borde del segundo gol, hasta que al Racing le sali¨® su primer contragolpe y Billabona bati¨® a Dutruel en el mano a mano. Sumido en la zona baja de la tabla como est¨¢ el equipo vigu¨¦s, el empate no fue un dato tan desalentador como la descoordinaci¨®n que ha presidido el inicio de temporada.