Ponce dio el "si"
El diestro valenciano se casa con Paloma Cuevas ante un millar de invitados y con televisi¨®n en directo
Enrique Ponce y Paloma Cuevas ya son marido y mujer. Ayer, ante la Virgen de los Desamparados de la catedral de Valencia, el torero y la hija del matador retirado Victoriano Cuevas Valencia, se dieron el s¨ª entre tiernas miradas y nervios a partes iguales, pero muy reconfortados por la bendici¨®n que el Papa les hizo llegar v¨ªa telegrama.En Valencia no se recordaba un acontecimiento parecido. M¨¢s de un millar de invitados, curiosos a centenares y las c¨¢maras de televisi¨®n en directo (para Canal 9 y, m¨¢s reducida, para el programa Gente, de TVE-1) contemplaron a un p¨¢lido Enrique Ponce mirando con la cara, de bobo t¨ªpica de estos casos a su bell¨ªsima mujer, una morena de las que llaman la atenci¨®n, vestida de tul, raso y los encajes sobrepuestos que ya luciera su madre en el boda. A las cuatro de la tarde, dos horas antes del enlace, los accesos a la catedral estaban llenos de ciudadanos ociosos a la caza y captura del mejor sitio para no perder detalle. Los antidisturbios, qu¨¦ trataban de poner orden a un alboroto carente de toda l¨®gica, apenas pudieron dejar el paso libre a los primeros invitados, todos ellos del gremio del contrayente. Miguel B¨¢ez Litri, en cuya finca de Huelva dijo adi¨®s a su solter¨ªa Enrique Ponce; un bronceado ?scar Higares; El ni?o de la Capea; Espartaco; Pep¨ªn Liria; Curro V¨¢zquez; El Soro; Rafael Ortega; Joselito; Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares, Pedrito de Portugal; Finito de C¨®rdoba; El Tato, Rafi Camino... Pocos toreros faltaron a la cita, aunque una menci¨®n aparte merece la llegada de Fran Rivera. El hijo de Paquirri y modelo ocasional de pantalones vaqueros fue objeto de atentas reflexiones por parte de las quincea?eras: "Est¨¢ de buenooo..." resum¨ªan a grito pelado.
El novio lleg¨® 20 minutos antes vestido de chaqu¨¦, rompiendo as¨ª la tradici¨®n que manda traje corto para todo torero que comparezca ante ¨¦l altar. El pitoniso Rappel y su novia (?) oriental no le quitaban ojo. Al presidente del Valencia, Francisco Roig, un aficionado le recriminaba "?Romario!, ?Romario!", sin nung¨²n respeto ni por la ceremonia ni por la proximidad del celebrante, el arzobispo de la ciudad Agust¨ªn Garc¨ªa Gasc¨®. La tarde, aunque gris, estaba animada y el ¨²nico goteo era de famosos. El cantante Francisco (Latinoooo....) tambi¨¦n hizo su pase¨ªllo. Luego dejar¨ªa admirada a la concurrencia con su admirable voz, improvisando una canci¨®n al final de la ceremonia.
En representaci¨®n de las autoridades asisti¨® la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢. Tambi¨¦n estuvo el presidente de la Diputaci¨®n, Manuel Taranc¨®n. El momento estrella de la tarde fue la llegada de la novia, escoltada por dos motoristas, Eran ya las seis y cuarto cuando entr¨® en la iglesia del brazo de su padre. Cuarenta y cinco minutos despu¨¦s Enrique Ponce y Paloma Cuevas ya eran marido y mujer, cuatro a?os despu¨¦s de haberse conocido en la Carolina, en Ja¨¦n, provincia donde residir¨¢n. Claro que como no hay aprietos econ¨®micos, tambi¨¦n tendr¨¢n casa en C¨®rdoba, ciudad natal de Paloma, y en Valencia. Hablando de dinero, el resto lo ech¨® la pareja en el banquete: 18.000 pesetas por cubierto. En vajilla de porcelana blanca con ribetes de oro y cuberter¨ªa de alpaca grabada se sirvieron crema de berros, bogavante del Cant¨¢brico, tourned¨® rosini, fantas¨ªa de helados y una tarta rematada por una plaza de toros y el Miguelete. Antes hubo aperitivo con todo tipo de canap¨¦s, jam¨®n de jabugo y mucho fino.
De madrugada, Los Meren Salsa y su Tropical Show, directamente llegados de Brasil, pusieron m¨¢s salsa. Tambi¨¦n actuaban un grupo rociero y El Nene y su grupo flamenco. Pero hay m¨¢s. Ya al amanecer, estaba prevista paella de pollo y mariscos y luego chocolate y bu?uelos y, en la placita anexa al local donde se celebr¨® el banquete, suelta de becerras.
Ni el abuelo materno de Enrique Ponce, don Leandro, que ense?ara los primeros capotazos al torero, imagin¨® tanto exceso. Ni la Pantoja.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.