La UE aprueba represalias contra EE UU por la ley que endurece el embargo al r¨¦gimen de Fidel Castro

Dinamarca cedi¨®. Los ministros de Exteriores de la Uni¨®n Europea (UE) aprobaron ayer el "reglamento antiboicoteo". Este, de aplicaci¨®n autom¨¢tica en los 15 Estados miembros, autoriza a las empresas europeas a tomar, por v¨ªa judicial, represalias contra los activos europeos de las compa?¨ªas norteamericanas que las hayan perjudicado aplicando la ley HeIms-Burton, que endurece ¨¦l embargo estadounidense a Cuba. "Con este arma de autodefensa en la mano podremos negociar mejor con Washington despu¨¦s de las elecciones", dijo el comisario de Comercio, Leon Brittan.

Con ello indicaba que el prop¨®sito de la UE no es emplear el reglamento, sino usarlo para presionar al nuevo Congreso de EE UU para que eche abajo la ley propulsada por el Congreso actual, republicano, que Clinto encaj¨®.Es la misma estrategia que explicaba un diplom¨¢tico franc¨¦s. "Si la ley Helms-Burton es una bomba at¨®mica, nosotros debemos contar con otra para establecer el equilibrio nuclear disuasivo y acabar luego con todas las armas nucleares", dec¨ªa el franc¨¦s. Para los Quince, la aprobaci¨®n del reglamento -poco despu¨¦s de haber presentado el recurso ante la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC)- demuestra que la ley Helms-Burton "es muy d¨¦bil" y que "es in¨²til" para el prop¨®sito compartido de fomentar la democratizaci¨®n de Cuba.

A las cr¨ªticas por la tardanza en fraguar el acuerdo final -pol¨ªtico, pues formalmente a¨²n debe peinarse-, Brittan record¨® que la propuesta de reglamento se hizo en julio y que, por el contrario, el proceso de aprobaci¨®n de la ley Helms-Burton fue mucho m¨¢s largo. El consenso se logr¨® al concretarse unos retoques "puramente cosm¨¦ticos" al proyecto, como reconoc¨ªan fuentes independientes del Consejo. Dinamarca se hab¨ªa opuesto a ¨²ltima hora por un problema jur¨ªdico. Entend¨ªa que la base legal del texto, el art¨ªculo 235 del Tratado, que permite a los Quince legislar sobre asuntos no contemplados en otros art¨ªculos, supon¨ªa un "ampliaci¨®n de las competencias comunitarias". Y como el Gobierno del europe¨ªsta Poul Nyrup Rasmussen se encuentra en un proceso legal interpuesto por un grupo de euroesc¨¦pticos por un asunto similar, no quer¨ªa darle nuevas bazas.

Al final, Dinamarca, impelida por la unanimidad del resto, acept¨® la base jur¨ªdica que ferozmente discut¨ªa. Una menci¨®n al Convenio de Bruselas de 1968, sobre ejecuci¨®n en un Estado miembro de la UE de sentencias dictadas en otro pa¨ªs socio, obr¨® el milagro. Para completar la cosm¨¦tica se escribi¨® que el reglamento se aplicar¨¢ a las leyes extraterritoriales "adoptadas por un tercer pa¨ªs", por lo que se trata de un caso espec¨ªfico y no de una ampliaci¨®n gen¨¦rica de las competencias comunitarias. Y se prometi¨® una nueva traducci¨®n danesa a la expresi¨®n "resarcimiento de da?os" (causados por una empresa norteamericana a una europea), a fin de aclarar que esos "da?os" son "p¨¦rdidas econ¨®micas", "resuelve un gran problema pol¨ªtico", y que "Dinamarca no sale perjudicada".