Goldie Hawn advierte a las mujeres que "la venganza no conduce a ninguna parte"
'El club de las primeras esposas' provoca una dura pol¨¦mica en Estados Unidos
The first wives club (El club de las primeras esposas), la comedia protagonizada por Goldie Hawn, Bette Midler y Diane Keaton, se ha convertido en la gran sorpresa del a?o. Solteras y divorciadas, quincea?eras y maduras no quieren perderse la venganza que este tr¨ªo de viejas amigas prepara a sus respectivos maridos cuando ¨¦stos as abandonan por unas adolescentes. Mientras, grupos de americanos boicotean a pel¨ªcula por considerarla sexista.
Los papeles se han alterado. Una historia de mujeres, como rara vez sucede en Hollywood, se ha convertido en foco de actualidad y controversia. El tr¨ªo Hawn, Midler y Keaton, que cumplieron 50 a?os durante el rodaje de El club de las primeras esposas -que se estrenar¨¢ en Espa?a pr¨®ximamente-, bajo las ¨®rdenes de Hugh Wilson, levanta el pulso de la naci¨®n norteamericana merced a la premeditada aventura de sus respectivos personajes. "Las mujeres -se sienten identificadas con esta pel¨ªcula", explica la jovial Goldie Hawn en Londres, "porque, ?qu¨¦ mujer no ha padecido en alg¨²n momento de su vida la decepci¨®n de verse abandonada por su marido o compa?ero?"
Elise, el personaje que interpreta Hawn, sufre, adem¨¢s, una doble humillaci¨®n. Su marido no s¨®lo la deja por una quincea?era, aspirante a actriz, sino que incluso le pide compensaci¨®n econ¨®mica al tramitar el divorcio. Una injusticia dado que fue Elise quien le ayud¨® a forjar su carrera y a convertirse en un rico productor.
Sus amigas se encuentran en una situaci¨®n parecida. Aunando fuerzas, el tr¨ªo les har¨¢ saber qui¨¦n es la fuerza dominante. La venganza es premeditada con sendos planes de acci¨®n que ejecutan paso por paso.
En Estados Unidos, las mujeres ciertamente han respondido satisfactoriamente a esta inusual situaci¨®n, pero grupos de hombres protestan frente a los cines con pancartas y esl¨®ganes antisexistas. "La venganza no lleva a ninguna parte. Hay que tener en cuenta que en la pel¨ªcula, estas tres mujeres dirigen finalmente su venganza a un buen objetivo: ayudar a otras mujeres", sostiene Hawn.
El papel m¨¢s arriesgado
En cierta forma, el papel de Hawn es el m¨¢s arriesgado que ha aceptado en los ¨²ltimos a?os. Elise es una actriz en plena decadencia, alcoh¨®lica, d¨¦bil y confundida. "Mi integridad estaba en juego", confirma la actriz, "as¨ª que colabor¨¦ estrechamente con el director y guionista para humanizar y hacer m¨¢s cre¨ªble a mi personaje".
Elise no duda en hacerse la cirug¨ªa est¨¦tica para recuperar la belleza juvenil. Quiere tener unos labios "m¨¢s carnosos que los de Mick Jagger" para conseguir el papel que los productores le niegan y ofrecen a la novia de su ex marido.
Goldie Hawn se niega a decir si ella misma ha pasado por esta encrucijada de la cirug¨ªa est¨¦tica alegando que "es un asunto muy personal". "No lo encuentro ni bien ni mal. Si no gusta la forma en que envejeces o piensas que te puede embellecer adelante entonces. Pero si lo haces por la raz¨®n equivocada -porque piensas que te va a cambiar. la vida o que te sentir¨¢s mejor incorporando algo en tu cuerpo que Dios no te dio-, ninguna cirug¨ªa pl¨¢stica resolver¨¢ estas cuestiones", se?ala.
"De todas formas", contin¨²a, "nunca lo admitir¨¦ p¨²blicamente". La ficci¨®n de la cirug¨ªa est¨¦tica le result¨® "dolorosa" porque, dice, le inyectaron una soluci¨®n penosa para lograr que sus labios dieran el efecto deseado por el director, Hugh Wilson. "Ciertamente debes sentirte muy nerviosa para aceptar un tratamiento. Me da escalofr¨ªos s¨®lo de pensarlo", insiste.
La reclamaci¨®n econ¨®mica que su marido reclama en El club de las primeras esposas no result¨®, sin embargo, una experiencia totalmente ajena a esta actriz, divorciada y madre de tres hijos. Recortes de prensa documentan que Hawn tuvo que pagar al divorciarse de sus dos primeros maridos.
La actriz niega en Londres que eI bailar¨ªn Gus Trikonis recibiera manutenci¨®n -"tan s¨®lo se llev¨® el dinero de una casa que vendimos", dice un tanto molesta- pero confirma que Bill Hudson, su segundo ex marido, le quit¨® "una buena parte" de sus inversiones.
"Es cierto que viv¨ª esta experiencia, pero no me vali¨® a la hora de hacer mi trabajo. Es mi personaje quien se?ala los objetos que ella compr¨® y quien le recuerda que ¨¦l era su ch¨®fer antes de casarse. Nunca confundo qui¨¦n es el personaje y qui¨¦n soy yo", insiste.
Goldie Hawn tiene por lo menos un secreto que quiere compartir. La clave de su relaci¨®n estable y duradera con Kurt Russell -ambos viven juntos desde hace m¨¢s de catorce a?os- est¨¢, dice, en buscar tiempo y en respetar el espacio de cada uno.
Un ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico
Dieciocho millones de d¨®lares (m¨¢s de 2.000 millones de pesetas) el primer fin de semana. Noventa y cuatro millones de d¨®lares recaudados en Estados Unidos al t¨¦rmino de la s¨¦ptima semana, que concluy¨® el pasado domingo. El club de las primeras esposas est¨¢ batiendo todos los r¨¦cords entre las pel¨ªculas de mujeres. El ¨¦xito de taquilla no viene acompa?ado, adem¨¢s por una fuerte campa?a de promoci¨®n. Es un fen¨®meno creado por los medios de comunicaci¨®n. Al menos en Estados Unidos.Cr¨ªticos y periodistas de ese pa¨ªs reconocieron en esta comedia de desamor y venganza un tema aproiado a la mujer contempor¨¢nea. Enlaza, segura Elizabeth Gleick en la revista Time, con el sentimiento global de la furia femenina, una furia contra el poder desequilibrado que permite a los hombres utilizar los mejores a?os de la vida de una mujer y cambiarla luego por una ingenua".
Los ingredientes que alteran al sector femenino de la poblaci¨®n se caldean a medida que transcurren los 105 minutos de la comedia. La obsesi¨®n por un f¨ªsico juvenil, a injusta distribuci¨®n del salario que entra en un hogar, la falta de valoraci¨®n por la contribuci¨®n de una mujer en el bienestar de su familia y en la carrera de su marido se tratan desde un plano c¨®mico en El club de las primeras esposas.
Las espectadoras se suman a la aventura. Animan, desde sus asientos, al tr¨ªo protagonista en cada una de sus fechor¨ªas. No parece importarles que pocas de ellas disfrutar¨¢n de una existencia tan holgada como los personajes de la pantalla. El esp¨ªritu de venganza y el deseo de alterar los c¨¢nones establecidos que persiguen Efi, Brenda y Anie les da un nuevo objetivo a sus propias vidas.
Como sucedi¨® con Thelma y Louise y, recientemente, con, Waiting to exhale, El club de las primeras esposas ha dado en el clavo o al menos ha conmovido los corazones de un sector muy extendido de la poblaci¨®n femenina.
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