Amparo Rivelles logra pleno reconocimiento de su talento esc¨¦nico

"Me gusta recibir premios, me envanezco y todos me hacen una gran ilusi¨®n, pero ¨¦ste es especial, no s¨®lo porque es muy importante, sino porque, aunque pueda pecar de inmodestia, es el que me faltaba", afirm¨® ayer la actriz Amparo Rivelles, de 71 a?os, cuando supo que le hab¨ªa sido concedido el Premio Nacional de Teatro 1996 por "sus m¨¦ritos art¨ªsticos y su gran aportaci¨®n al mundo de la escena". El galard¨®n, que otorga el Ministerio de Cultura, est¨¢ dotado con cinco millones de pesetas. "Esos los empleo yo f¨¢cilmente, no tengo ning¨²n problema en gastar, me encanta", coment¨®.

Su vida est¨¢ impregnada de teatro por los cuatro costados. Nieta de Amparo Guill¨¦n y Jaime Rivelles. Hija de Mar¨ªa Fernanda Ladr¨®n de Guevara y Rafael Rivelles. Hermana de Carlos Larra?aga. Cu?ada, primero de Mar¨ªa Luisa Merlo y en la actualidad de Ana Diosdado. Y adem¨¢s t¨ªa de Amparo, Juan Carlos y Pedro Larra?aga y Luis Merlo. Se subi¨® por primera vez a un escenario con cinco anos y profesionalmente empez¨® a trabajar a los 13. En total, 57 a?os de actividad tanto en el teatro como en la radio, el cine y la televisi¨®n, medios que le han proporcionado una gran popularidad en Espa?a y Latinoam¨¦rica. Residi¨® en M¨¦xico 24 a?os, aunque ven¨ªa constantemente a Madrid a ver a su madre, y su definitiva vuelta a Espa?a, en 1979, estuvo marcada por la figura del director teatral desaparecido Jos¨¦ Luis Alonso: "Le debo mucho, fue quien me devolvi¨® la, seguridad que me faltaba despu¨¦s de estar ausente tanto tiempo". La ¨²ltima obra que dirigi¨® Alonso, Rosas de oto?o, estuvo protagonizada por la Rivelles, como se la llama popularmente.

Mujer de leves y suaves sonrisas en la vida p¨²blica, su desternillante humor en el ¨¢mbito privado contribuye a su poderosa energ¨ªa. "Si no me r¨ªo, me muero", dice la actriz, a quien la noticia del premio le pill¨® ayer en mitad de la comida: "No he podido tragar nada m¨¢s". Un premio que para ella tiene algo especial, ya que, dice, es el que le faltaba.

Su ¨²ltimo trabajo en los escenarios, Una noche con los cl¨¢sicos, es un recital sobre textos cl¨¢sicos espa?oles que ofrece junto con Adolfo Marsillach y Mar¨ªa Jes¨²s Vald¨¦s. El espect¨¢culo iba a representarse s¨®lo cinco d¨ªas en el Festival de Teatro Cl¨¢sico de Almagro, pero aquel juguete esc¨¦nico se ha convertido en uno de los ¨¦xitos de la temporada. Estos d¨ªas la actriz se encuentra de gira, con la que visitar¨¢ pr¨®ximamente M¨¢laga, Barcelona y Canarias. La gira continuar¨¢ hasta julio de 1997. De hecho, ha sido una casualidad que el premio la pillara en casa: "Llegu¨¦ ayer y me voy ma?ana", comenta. Antes de esta aventura esc¨¦nica protagoniz¨® El canto de los cisnes y Los padres terribles, bajo la direcci¨®n de Juan Carlos P¨¦rez de la Fuente, actual director del Centro Dram¨¢tico Nacional. El jurado del Premio Nacional de Teatro, presidido por Tom¨¢s Marco, director del Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas. y de la M¨²sica, (INAEM), estuvo compuesto por Eduardo Gal¨¢n, subdirector de teatro del INAEM; Juanjo Seoane, empresario teatral; Ana Diosdado, autora; Javier Vill¨¢n, cr¨ªtico teatral, y Jos¨¦ Luis G¨®mez, actor y director. Estuvieron ausentes, por razones profesionales, otros dos miembros del jurado, Josep Maria Flotats, actor y director esc¨¦nico, y la actriz Nuria Espert.