Un acto de 'gays' y lesbianas en una catedral divide a la Iglesia de Inglaterra
Centenares de miembros del Movimiento Cristiano de Gays y Lesbianas se congreraron ayer en la catedral de Southwark, al sur de Londres, para celebrar el 20? aniversario de la fundaci¨®n del grupo, en medio de una intensa pol¨¦mica nacional. La fiesta, que concluy¨® con un servicio religioso en el que intervino el obispo de Guilford, John Gladwin, junto a otros tres obispos anglicanos, ha vuelto a poner a prueba la unidad de la Iglesia de Inglaterra en torno al espinoso tema de la homosexualidad.Decenas de iglesias, la mayor¨ªa pertenecientes al grupo conservador evang¨¦lico Reforma, organizaron una especie de "contrafestival", aunque, a ¨²ltima hora, los sectores cr¨ªticos optaron por no acercarse a la catedral de Southwark. Pese a los esfuerzos del arzobispo de Canterbury, George Carey, l¨ªder de la Iglesia de Inglaterra, por restar importancia a- la celebraci¨®n, el tema ha provocado un nuevo cisma entre tradicionalistas y aperturistas en una iglesia que encuentra cada vez m¨¢s dif¨ªcil armonizar los dogmas con la complejidad de la vida y la sexualidad modernas.
El sacerdote Richard Kirker, secretario general del Movimiento de gays y lesbianas insisti¨® ayer en que sus objetivos no son crear desuni¨®n ni problemas. "Lo ¨²nico que pretendemos es celebrar el acto divino de la creaci¨®n de seres humanos unos heterosexuales y otros homosexuales. Se trata de celebrar todo lo que los homosexuales hemos conseguido en veinte a?os en el seno de la iglesia y pese a las dificultades".
Sin embargo, los sectores tradicionalistas consideran obsceno un festejo destinado a su juicio a glorificar el sexo homosexual, doblemente err¨®neo. "La Iglesia condena por pecaminoso el sexo fuera del matrimonio y el sexo homosexual es todav¨ªa m¨¢s pecaminoso y deshonesto", dijo, ayer David Holloway, sacerdote del grupo Reforma. La elecci¨®n de una catedral como escenario aument¨® la intensidad de las reacciones de furia, que algunos expertos religiosos comparaban ayer a las provocadas por la ordenaci¨®n de mujeres sacerdotes.
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