Sonidos barceloneses para cuatro renovadores
La visita a Madrid de la Orquesta Sinf¨®nica de Barcelona y Nacional de Catalu?a, dirigida por Lawrence Foster (Los Angeles, 1941) con la soprano B¨¢rbara Hendricks (Arkansas, 1948) ha constituido un ¨¦xito grande. La formaci¨®n catalana se encuentra en un momento brillante, su flexibilidad es amplia y la calidad del conjunto y de muchos solistas alcanza alto nivel.A partir de aqu¨ª, la cuesti¨®n reside en los directores. El actual titular, Lawrence Foster, que desarrolla una excelente carrera, demostr¨® su dominio ante muy variados estilos y procedimientos. Son¨® la Octava sinfon¨ªa de Beethoven (de la que el maestro no hace cap¨ªtulo aparte, lo que me parece acertado), Les nuits d'et¨¦, de Berlioz, sobre poemas de Theophile Gautier; las danzas de Don Quijote, de Gerhard y El p¨¢jaro de fuego de Stravinski.
Ciclo Orquesta y Coros Nacionales
Orquesta Sinf¨®nica de Barcelona / Nacional de Catalu?a. Director: L. Foster. B. Hendricks, soprano. Obras de Beethoven, Berlioz, Gerhard y Stravinski. Auditorio de Madrid.
Como B¨¢rbara Hendricks posee no s¨®lo muy impactantes dones vocales sino tambi¨¦n un criterio musical de gran refinamiento, tradujo de manera excelente la po¨¦tica de Gautier en su traslaci¨®n musical compuesta por un Berlioz maduro, apasionado y siempre personal. La Villanelle, L'Spectre de la rose o Absence pueden servir como ejemplo de una versi¨®n en la que la solista estuvo rodeada por una orquesta identificativa y sutil.
De Roberto Gerhard volvimos a escuchar las cuatro danzas de Don Quijote, pertenecientes al ballet escrito en Inglaterra a comienzos de los a?os cuarenta. En la obra se transparenta, siquiera sea d¨¦bilmente, el disc¨ªpulo de Pedrell en secreta alianza con el moderno seguidor de la escuela vienesa. La orquestaci¨®n es original y las ideas seguras, como su realizaci¨®n, pero no es, a mi parecer, lo mejor de su autor, aunque lo represente tantas veces en las celebraciones centenarias. S¨®lo elogios merece la interpretaci¨®n severa, colorista y, como la partitura, bien delineada en su g¨¦stica y su dramaturgia.
La suite de Stravinski El p¨¢jaro de fuego (1919) encontr¨® en los profesores barceloneses -cuyo concertino es nuestro bien conocido y aplaudido ?ngel Jes¨²s Garc¨ªa- cuanto demanda tan imaginativa, fant¨¢stica y sorprendente invenci¨®n musical. Y la audiencia, que llen¨® el auditorio madrile?o hasta los topes, sali¨® satisfecha y ovacion¨® con entusiasmo a la orquesta catalana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.