Caminito
Uno de los personajes de El a?o que vivimos peligrosamente -el odioso corresponsal de The Washington Post en Indonesia, interpretado por Michael Murphy-, se encara con un colega y le dice: "Cuando una idea cruza por tu mente ha hecho el viaje m¨¢s corto de Yakarta". No se me ocurre una definici¨®n m¨¢s exacta para explicar el trayecto que un pensamiento ejecuta desde que es engendrado en la trastienda cerebral del secretario de Estado para la Comunicaci¨®n, Miguel Angel Rodr¨ªguez, hasta que llega a la puntita de su lengua, con grave riesgo de cortocircuitar los micr¨®fonos adyacentes.Al principio tem¨ª que fuera cosa m¨ªa. Le¨ªa sus cogitaciones o las escuchaba en la radio y me dec¨ªa: "Vaya, Maruja, ya te has vuelto a levantar espesa de narices". Y achacaba el hecho de no entenderle a mi, por otra parte, pl¨¢cida menopausia.
Sin embargo, gracias a la pr¨¢ctica y al recuerdo del mencionado filme, que ha venido en mi auxilio, he podido desprenderme del sentimiento de culpabilidad y dejar de fustigarme por imb¨¦cil. No soy yo la que no entiende, ni siquiera nos encontramos ante una realidad m¨¢s confusa que uno de los episodios de Expediente X en que no podemos distinguir al hombre que fuma de la madre de Fox Mulder.
Por ejemplo, la idea de comparar las culturas musulmana y cristiana -en, alusi¨®n a Marruecos y Cuba-, que cruz¨® el caminito m¨¢s breve de la ciudad el otro d¨ªa para desembocar ante nuestros belfos, es del todo incomprensible. No la entienden ni los cristianos, ni los musulmanes, ni siquiera los jud¨ªos. Ni Dios, obviamente.
Para ponerlo en lenguaje llano: ?est¨¢ el se?or Rodr¨ªguez a favor o en contra de la ablaci¨®n de cl¨ªtoris en Egipto? Me tranquilizar¨ªa obtener una respuesta. Corta, a ser posible.
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