Los grandes notarios dinamitan su mutua, la ¨²nica profesional que queda en Espa?a

Los 2.200 notarios que hay en Espa?a pertenecen obligatoriamente a una mutua especial, la ¨²nica profesional que pervive a as ¨²ltimas reformas del sector y que tiene su futuro en vilo. El Gobierno ha querido "legalizarla" en los Presupuestos de este a?o, pero el PSOE se ha opuesto "a perpetuar privilegios" y ha encontrado la alianza de IU y CiU. La espoleta de esta crisis tiene un origen interno. Un grupo de grandes notarios, los que m¨¢s ganan, le han puesto a proa porque, seg¨²n el Consejo del Notariado, son los que m¨¢s aportan, mientras que todos los jubilados cobran lo mismo.

La rebeli¨®n de estos supernotarios, entre 20 y 100, seg¨²n la fuente consultada, ha dinamitado la tranquilidad de un colectivo tradicionalmente "especial". Esta peculiaridad, que la mayor¨ªa reclama hist¨®ricamente desde sus ¨®rganos oficiales, y que los cr¨ªticos rechazan bas¨¢ndose en la Ley General de Seguros, es la clave de una pol¨¦mica trasladada al Parlamento.El Gobierno se ha planteado regular esta mutua, "ajustada" a las nuevas leyes como Instituto de Protecci¨®n Notarial, por una v¨ªa indirecta en la ley de acompa?amiento de los Presupuestos Generales de 1997. Al gunos partidos no entendieron sus pretensiones y en otros cobijaron las dudas. La diputada Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, ex viceministra de Justicia del ¨²ltimo Ejecutivo socialista, bloque¨® esta iniciativa en la Comisi¨®n de Presupuestos. Estaba avisada. Durante su mandato su director general de Seguros (notario) le plante¨® la misma operaci¨®n, que ya entonces rechaz¨®. Los partidos decidieron ayer aplazar este debate del Congreso al Senado. El Grupo Socialista entiende que los "privilegios de los notarios no se han consentido desde la Ley de Ordenaci¨®n de los Seguros de 1984 y posteriormente de 1995 a ning¨²n otro colectivo". Los registradores o los corredores de comercio, seg¨²n reconoce Eduardo Cobi¨¢n, su secretario general, s¨ª han adaptado sus mutuas a verdaderas entidades aseguradoras.

Los notarios han mantenido su mutualidad porque son considerados "especiales". Las leyes que fijaron la obligatoriedad de su jubilaci¨®n a los 75 a?os en 1935 y que la rebajaron a los 70 a?os en 1983 determinaron que percibir¨ªan sus pensiones -"haberes pasivos"-de su "mutualidad especial".

Los notarios no se consideran un colegio profesional, sino "funcionarios especiales". Sobre este punto tambi¨¦n hay informes oficiales y sentencias contradictorias. Lo cierto es que el Ministerio de Justicia es el que les fija, para sus retribuciones, los aranceles que cobran a sus usuarios para organizar y sufragar sus despachos. Tambi¨¦n tasa el porcentaje que deben aportar a su mutualidad en proporci¨®n a su trabajo.

El presidente de los notarios, Antonio Fern¨¢ndez Dolf¨ªn, se explica: "Desde siempre el Ministerio de Trabajo nos ha impedido darnos de alta en su r¨¦gimen de aut¨®nomos porque tenemos un estatus funcionarial con un sistema retributivo particular. Los registradores siempre han cobrado sus jubilaciones del Estado y los corredores nacieron con una sensibilidad distinta".

En estos a?os la poderosa Mutua Notarial ha multiplicado sus cargas. En parte por sus 1.500 jubilados. La pensi¨®n de un notario, casi seis millones de pesetas anuales, es el doble que lo permitido a las m¨¢ximas de la Seguridad Social.

Los supernotarios disidentes han boicoteado su mutua porque no quieren que sea obligatoria. Algunos han dejado de pagar. Uno de ellos debe 100 millones de pesetas. Unos cuantos han constituido un colectivo opositor, el Foro Notarial, con foco en Barcelona y una rama en Madrid.