Los Quince reformaran sus leyes para combatir la explotaci¨®n sexual infantil

La Uni¨®n Europea (UE) dio ayer un paso importante, pero limitado, en la persecuci¨®n de la explotaci¨®n sexual de menores. Los quince ministros de Justicia se comprometieron a reformar sus legislaciones penales para combatirla. La ministra espa?ola, Margarita Mariscal de Gante, anunci¨® un proyecto de ley en este sentido dentro de "los dos pr¨®ximos meses". Pero el consenso no fue m¨¢s all¨¢: Holanda se opuso a penalizar la tenencia personal de pornograf¨ªa infantil y tampoco hubo acuerdo de los Quince en el combate contra el "turismo sexual".

El avance dado por el Consejo de ministros de Justicia es sustancial. Y triple. Primero, los Quince se pusieron de acuerdo al definir qu¨¦ es la "explotaci¨®n sexual infantil". Incluir¨¢ el trato o la incitaci¨®n a menores con fines de prostituci¨®n" o de otras pr¨¢cticas sexuales ilegales", as¨ª como la explotaci¨®n infantil "con fines de producci¨®n de espect¨¢culos o de material de car¨¢cter pornogr¨¢fico". Segundo, se comprometieron a incorporar o robustecer la persecuci¨®n de este delito a sus legislaciones nacionales. Tercero, confirmaron que la Europol, el esbozo del FBI de la UE, se involucrar¨¢ en la lucha.A partir de ah¨ª, surgieron las diferencias, que se saldaron con una referencia a que cada Gobierno seguir¨¢ una misma l¨ªnea general, pero seg¨²n su propio criterio. La gran batalla se plante¨® entre Holanda, por un lado, y B¨¦lgica -atribulada por los episodios de pederastia y asesinatos sexuales-, a la que apoy¨® estrechamente Alemania. Los belgas pretend¨ªan que los c¨®digos penales de los Quince criminalizaran la "posesi¨®n para uso personal" de material pornogr¨¢fico, como la tenencia de v¨ªdeos ped¨®filos.

Pero Holanda, el m¨¢s liberal de los pa¨ªses europeos, se neg¨® por considerarlo contrario a la intimidad. El texto finalmente aprobado autoriza a cada pa¨ªs la libertad de criminalizar o no esa conducta.

Los Quince tambi¨¦n fracasaron en llegar a un acuerdo para criminalizar el llamado "turismo sexual", las excursiones de europeos al Tercer Mundo en busca de sexo infantil. Pese a que B¨¦lgica, Francia y Luxemburgo apretaron para armonizar las leyes nacionales en tal sentido, una mayor¨ªa lo rechaz¨®, defendiendo la "doble incriminaci¨®n" en Europa y en los pa¨ªses donde se cometa el presunto delito.