Ser y estar
Fue hace muchos a?os, en el anterior r¨¦gimen. En Benalm¨¢dena se celebraba un festival de cine que se hab¨ªan inventado Mamerto L¨®pez Tapia, presidente de la Federaci¨®n de Cine-Clubs de Espa?a, y el entonces alcalde de la localidad, el se?or Bol¨ªn. Era noviembre y por all¨ª deambulaban desde Ricardo Mu?oz Suay y Mario Vargas Llosa, a Mario Gas, Carlos Tr¨ªas, Cristina Fern¨¢ndez Cubas, Luis Eduardo Aute, V¨ªctor Erice, Emma Cohen, Jaime Ch¨¢varri y Ricardo Franco, entre otros. Naturalmente tambi¨¦n estaba una joven actriz, delgada, larga, y pese a su incipiente carrera, con ese ser y estar de las que se saben llamadas a dejar huella en la profesi¨®n: Marisa Paredes. Sin divismo, sin pedanter¨ªa: simplemente con una de las mayores vocaciones por la interpretaci¨®n que se hayan visto.En realidad, y salvo muy escasas excepciones, nadie hab¨ªa hecho nada notable todav¨ªa. Ricardo Franco, por ejemplo, presentaba en el certamen El desastre de Annual, un filme en blanco y negro realizado con las colas de pel¨ªcula que le sobraban a su prol¨ªfico t¨ªo Jess Frank. Aute compon¨ªa canciones para otros y dibujaba. Carlos Tr¨ªas, quiz¨¢, hab¨ªa publicado un libro con su hermano Eugenio (Cargenio Tr¨ªas fue el autor). Mario Vargas Llosa ya era Mario Vargas Llosa, ciertamente, pero a¨²n no hab¨ªa Regado a ese estadio espiritual e ideol¨®gico que le permitir¨ªa, a?os despu¨¦s, descubrir el glamour de la se?ora Thatcher, por ejemplo.
Naturalmente la proyecci¨®n de El desastre de Annual no pod¨ªa pasar desapercibida y cuando Ricardo Franco recogi¨® un premio de un cine-club de N¨¢poles (Italia), concedido por su digno representante al que horas antes -de madrugada- se le convenci¨® entre copa y copa que deb¨ªa otorgar el premio para bien de las j¨®venes generaciones del cine espa?ol independiente, se arm¨® la de Dios es Cristo y no s¨®lo por la muy discutida valoraci¨®n popular del filme sino porque el realizador tuvo la ocurrencia de levantar el pu?o para contrarrestar el efecto del mayoritario abucheo. La guardia civil presente no consinti¨® lo que no se hab¨ªa visto en aquellos pagos desde, por lo menos, la guerra civil y empez¨® a dar mandobles a diestro y siniestro mientras un peque?o grupo de lugare?os entonaba el Cara al Sol brazo en alto. Todo en el incomparable marco de un gironiano sal¨®n de actos. Hubo algunas contusiones y varios detenidos.
Han pasado muchos a?os y la mayor parte de los que entonces rendimos sin saberlo (Benem¨¦rita incluida) un espont¨¢neo homenaje a Luis Garc¨ªa Berlanga han hecho muchas y muy estimables cosas. Marisa, por ejemplo, ha demostrado con creces su enorme talento: ha trabajado con gente como Iv¨¢n Zulueta o Pedro Almod¨®var, en producciones sin un duro y en filmes de enorme repercusi¨®n internacional, y siempre con su enorme lealtad a su profesi¨®n y a sus amigos. Es una cuesti¨®n de saber ser y saber estar.
Babelia
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