Derecho a la verdad y a la justicia en Guatemala
La firma de los acuerdos de paz en Guatemala, uno de ellos reci¨¦n sellado en Madrid, es una excelente noticia que no debe, sin embargo, evitar preguntarnos sobre qu¨¦ ocurrir¨¢ con el derecho a la verdad y la justicia en el maltratado pa¨ªs centroamericano.Los derechos humanos han sido un asunto crucial e inevitable en la dif¨ªcil arquitectura de la paz. Pero la experiencia muestra que la brecha entre la norma y la realidad es enorme en Guatemala, y que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n sigue sin tener derecho a la justicia, especialmente cuando los acusados son miembros de las fuerzas de seguridad.
Esto se traduce tambi¨¦n en el acoso a periodistas, activistas de derechos humanos, sindicalistas, jueces, abogados y todos aquellos que intentan plasmar en la pr¨¢ctica los principios formulados en las leyes.
Los datos reunidos por Amnist¨ªa Internacional (AD sugieren que los que dedican sus esfuerzos a acabar con la impunidad o denunciar, por ejemplo la participaci¨®n d¨¦ polic¨ªas en bandas criminales, son habitualmente v¨ªctimas de amenazas de muerte, secuestros de breve duraci¨®n, tortura y ejecuci¨®n extrajudicial.
Aunque actualmente no hay indicios de que tales abusos formen parte de una pol¨ªtica estatal deliberada, como en el pasado, Al cree que a menudo se cometen con la complicidad de algunos funcionarios del Estado. Las investigaciones sobre estos delitos son escasas, y pr¨¢cticamente no hay un solo caso en que los responsables: hayan sido procesados, aunque hayan sido identificados.
La preocupaci¨®n de Amnist¨ªa Internacional por el futuro de los derechos humanos en Guatemala ha quedado expresada en dos memorandos entregados por la organizaci¨®n al Gobierno el pasado mes de agosto, y publicados con el ¨ªndice: AMR 34 / 26 / 96 / s.
En el primero de ellos se denuncia que promulgar medidas de amnist¨ªa para los responsables de miles de graves violaciones de los derechos' humanos, sin que se garantice el derecho de las v¨ªctimas a la verdad y a la justicia, ser¨ªa inaceptable. La impunidad tampoco allana el camino de la reconciliaci¨®n nacional.
En el segundo, la organizaci¨®n expresa su preocupaci¨®n por las deficiencias de que adolece la Comisi¨®n para el Esclarecimiento Hist¨®rico, creada en virtud de los acuerdos firmados por el Gobierno de Guatemala y la Unidad Reolucionaria Nacional Guatemalteca en 1994.
Dicho temor persiste pese a que el art¨ªculo 3.3 del Acuerdo Global sobre Derechos Humanos, firmado el 29 de marzo de 1994 entre el Gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, establece que "el Gobierno no propiciar¨¢ la adopci¨®n de medidas legislativas o de cualquier otro orden, orientadas a impedir el enjuiciamiento y sanci¨®n de los responsables de violaciones a los derechos humanos". El art¨ªculo 8. del mismo acuerdo confirma que Ias partes reconocen que es un deber humanitario resarcir y/o asistir a las v¨ªctimas de violaciones a los. derechos humanos". AI formula, una serie de principios que deben ser respetados en el supuesto de que se discuta la promulgaci¨®n de una ley de amnist¨ªa.
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