Guatemala aprueba la amnist¨ªa contestada desde sectores humanitarios

El Congreso de Guatemala aprob¨® el mi¨¦rcoles por aplastante mayor¨ªa la "amnist¨ªa limitada" acordada por el Gobierno y la guerrilla como parte del proceso de paz que culminar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 29. Las sesiones se celebraron puerta cerrada para evitar la irrupci¨®n de las organizaciones de derechos humanos que protestaban contra una ley que, dicen, sellar¨¢ la impunidad de incontables cr¨ªmenes. Los familiares de los desaparecidos ya han anunciado que interpondr¨¢n un recurso deinconstitucionalidad.

El eco de tres d¨¦cadas de guerra, civil resuena ahora a dos voces: la que exige justicia y la que aboga por el perd¨®n para acabar de una vez con la pesadilla. La amnist¨ªa forma parte de la Ley de Reconciliaci¨®n Nacional, que garantiza la reinserci¨®n a la vida civil de los guerrilleros de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) y exime, tanto a los rebeldes como a los miembros de las Fuerzas Armadas, de resonsabilidad por delitos vinculados, al enfrentamiento armado".

A pesar del car¨¢cter restrictivo el perd¨®n (que excluye el genocidio, la tortura y la desaparici¨®n forzada), las organizaciones humanitarias consideran que los m¨¢ximos beneficiarios ser¨¢n los militares implicados en graves violaciones a los derechos humanos. La base de la nueva ley es el, pacto firmado en Madrid el pasado d¨ªa 12 entre el Gobierno y la URNG, que corona una serie de 11 acuerdos suscritos desde enero de 1994 y que abre paso a la firma definitiva de la paz, dentro de nueve d¨ªas. El a?o 1997 dejar¨¢ atr¨¢s, si no hay imprevistos, una guerra civil de 36 a?os, 100.000 muertos y 4 0.000 desaparecidos.

El presidente de Guatemala, el conservardor ?lvaro Arz¨², impulsor definitivo de las negociaciones desde su llegada al poder en enero de este a?o, deseaba que, por su carga simb¨®lica, la ley de Reconciliaci¨®n Nacional fuera aprobada por unanimidad. No pudo ser. La iniciativa cont¨® con 64 votos a favor (del gubernamental Partido de Acci¨®n Nacional y del derechista Frente Republicano Guatemalteco, fundado por el ex dictador militar Efra¨ªn R¨ªos Montt) y ocho en contra: los seis del izquierdista Frente Democr¨¢tico Nueva Guatemala y los dos de la Uni¨®n del Centro Nacional, cuyo dirigente Jorge Carpio engrosa la lista de las v¨ªctimas de asesinatos pol¨ªticos.

Un pa¨ªs dividido

El Congreso no ha hecho sino reflejar la divisi¨®n que pesa sobre la sociedad guatemalteca. "Mi padre fue asesinado y al d¨ªa de hoy no se sabe qui¨¦n es el responsable", aseguraba un diputado que vot¨® a favor de la ley. "Pero si el pueblo de Guatemala quiere reconciliarse, tenemos que aprender a perdonar". "La ley es una amnist¨ªa oficial que se olvid¨® de la sociedad civil, que fue quien aport¨® el mayor n¨²mero de v¨ªctimas de esta guerra no declarada", contrapon¨ªa Nineth Montenegro, diputada del FDNG y esposa de un desaparecido, dando un tir¨®n de orejas a la dirigencia guerrillera. "El perd¨®n debi¨® haber salido de los; ofendidos". Por lo pronto, la Alianza contra la Impunidad, que engloba a diversas asociaciones de v¨ªctimas de la represi¨®n, entre ellas la de la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Mench¨², ya ha anunciado que interpondr¨¢ un recurso de inconstitucionalidad.