La llegada del antichiquito

Contra viento y marea, este mallorqu¨ªn socarr¨®n, histri¨®nico y profundamente inmerso en la m¨ªstica l¨²dico-filos¨®fica del tetrahidrocannabinol, sigue defendiendo y sac¨¢ndole un partidazo evidente a una propuesta art¨ªstica que, por el momento, sigue siendo completamente inusual en nuestro pa¨ªs.?Fabricar humor sin imitar a Chiquito de la Calzada? ?Mezclando, adem¨¢s, arreglos, instrumentaci¨®n y melod¨ªas de rock? ?Hacerlo no ante millones de an¨®nimos telespectadores, sino delante de un melenudo p¨²blico, t¨ªpico de una vieja sala de rock and roll y de colegueo noct¨¢mbulo, ahora proscrito por las g¨¢rgolas con mando en plaza? Pero, ?c¨®mo es posible que toleren tan ta subversi¨®n?

'Happening'

Pues, como vamos para atr¨¢s como los cangrejos, resulta que s¨ª, que es posible. Resulta que estamos ante las puertas del siglo XXI y que nos encontramos a estas alturas redescubriendo las sesiones de happening con risa al final.Pero mejor que mejor para Daniel, que, poco a poco, ha ido haci¨¦ndose con una nutrida parroquia en todo el pa¨ªs, aparte de haberse trabajado de forma notable su espect¨¢culo en directo. En esta ocasi¨®n, su actuaci¨®n serv¨ªa para presentar en vivo su segundo disco, Flipando en colores, que sigue fielmente las gu¨ªas de su primera y celebrada obra, El poder de flipar.

Como se ve, en ambos discos es ese verbo suburbano y conectado con el esponjoso atontamiento producido por las drogas blandas, el elemento aglutinador de un pu?ado de canciones que rezuman humor de barriada. Pues bien, la presentaci¨®n deriv¨® en celebraci¨®n,. porque el p¨²blico conoc¨ªa ya en gran medida las 15 canciones del repertorio de Daniel y reaccionaba con jocundidad a los diferentes envites sonoros y esc¨¦nicos de este buf¨®n el¨¦ctrico.

La banda, exactamente la misma que le acompa?a desde sus inicios hace a?os, ray¨® a inmejorable altura, con especial menci¨®n para ese monstruo de la guitarra que es Toni Pastor. La puesta en escena sigue siendo desternillante, con Daniel disfraz¨¢ndose de lo que haga falta para interpretar El hombre- cucaracha, Colgados en un tren, Historia de un mechero, Esta ronda la pago yo o los temas reci¨¦n llegados: el medievalista Flipando en colores o una descacharrante tonada titulada 20. 000 leguas de viaje submarino, en la que el autor es capaz de contar, rimando n¨²mero a n¨²mero, hasta alcanzar el cl¨ªmax al llegar al muy celebrado guarismo con tintes er¨®ticos. Con material as¨ª, a Daniel le queda poqu¨ªsimo para erigirse en el antichiquito del panorama nacional. ?l se lo ha ganado.